La UE, rehén de Hungría

Viktor Orbán en Bruselas.

Viktor Orbán en Bruselas. / EFE

Eliseo Oliveras

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La cumbre de Bruselas muestra cómo la Unión Europea (UE) ha quedado rehén del régimen autoritario húngaro que ha dejado consolidarse en su interior. Si la ausencia momentánea del primer ministro húngaro, Viktor Orban, de la sala de reunión de la cumbre permitió adoptar la decisión política de abrir las negociaciones de adhesión con Ucrania, después vetó la aprobación del salvavidas de 50.000 millones de euros de ayuda financiera al Gobierno de Kiev. Orban, principal aliado en la UE del presidente ruso, Vladimir Putin, asumirá la presidencia semestral rotatoria europea a partir del próximo 1 de julio, tras unas elecciones al Parlamento Europeo en las que se prevé un fuerte avance de la ultraderecha que tiene al primer ministro húngaro como modelo y referente.

La abstención de Orban sobre el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania sólo se produjo después de que la Comisión Europea le desbloqueara la víspera 10.200 millones, una parte de las ayudas europeas suspendidas a causa de la vulneración de los principios democráticos y de la corrupción en Hungría.

A pesar de que Hungría acababa de adoptar una nueva ley autoritaria para investigar e intimidar a cualquier persona activa en la vida pública, la Comisión Europea justificó su decisión en unas reformas cosméticas del sistema judicial. La ley húngara para la Protección de la Soberanía crea un organismo con poderes ilimitados y sin supervisión democrática para proteger la identidad nacional e investigar que las opiniones expresadas no representan intereses extranjeros.

Oposición al desbloqueo de fondos

Los líderes de los cuatro principales grupos del Parlamento Europeo -populares, socialistas, liberales y verdes- expresaron por carta a la Comisión Europea su oposición al desbloqueo parcial de los fondos porque las reformas judiciales húngaras aún no se han materializado totalmente, ni verificado sus efectos. La carta subraya también el daño adicional que infringe a la democracia en Hungría la ley para la Protección de la Soberanía.

La Comisión Europea también hizo caso omiso a las declaraciones de alarma de más de un centenar de organizaciones de la sociedad civil húngara, de una decena de medios de comunicación aún independientes y del International Press Institute. El eurodiputado verde alemán Daniel Freund describió la decisión de la Comisión Europea como el pago del "mayor soborno en la historia de la UE" y alertó, en línea con los principales grupos de la Eurocámara, que envía la señal política desastrosa de que el chantaje es recompensado en la UE.

Antes de concluir la cumbre, Orban ya ha dejado claro a los demás líderes de que no tiene intención de levantar su veto a la ayuda financiera a Ucrania mientras la UE no desbloquee los restantes 21.000 millones de fondos para Hungría aún retenidos. La Comisión Europea retrasó innecesariamente varios meses la aplicación a Hungría de las nuevas normativas de la UE de 2021 sobre la preservación de la democracia y el Estado de Derecho para no entorpecer la victoria de Orban en las elecciones de abril de 2022. Sin los votos del partido Fidesz de Orban, Ursula von der Leyen no hubiera alcanzado en 2019 el número mínimo de votos del Parlamento Europeo para ser presidenta de la Comisión Europea.

Más vetos de Hungría

La decisión de abrir las negociaciones de adhesión de Ucrania no elimina tampoco el riesgo de nuevos vetos de Hungría para frenar el largo proceso de esas negociaciones, ya que numerosas decisiones que deben adoptarse para dar los siguientes principales pasos requieren también la unanimidad de los Veintisiete y ofrecerán nuevas oportunidades de chantaje a Orban para obtener concesiones.

De momento, la Comisión Europea deberá comunicar primero que Ucrania cumple plenamente las siete condiciones fijadas previamente, lo que podría producirse en marzo. Entonces, deberá elaborarse la denominada estrategia de negociación, que debe ser aprobada por el Consejo de la UE por unanimidad. Posteriormente, la apertura de la negociación de cada uno de la treintena de capítulos temáticos del tratado de adhesión también requiere la unanimidad de los Veintisiete, al igual que el considerar completada satisfactoriamente la negociación de cada uno de ellos. Una vez concluidos todos los capítulos, la Comisión Europea emite una recomendación de que el candidato está preparado para ingresar en la UE, que requiere asimismo el voto unánime del Consejo de la UE, así como la aprobación del propio tratado de adhesión, que además debe ser ratificado por cada Estado (vía Parlamento o referéndum).

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