En clave europea

Eslovaquia, nuevo aviso en la UE

El discurso populista, ultraconservador y nacionalista se impone en el país con la victoria de Robert Fico y manda un nuevo aviso a Bruselas sobre el malestar social

El exprimer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, principal candidato a ganar las elecciones.

El exprimer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, principal candidato a ganar las elecciones. / Jakub Gavlak / EFE

Eliseo Oliveras

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La victoria en Eslovaquia del exprimer ministro Robert Fico, con un discurso populista, ultraconservador y nacionalista, constituye un nuevo aviso en la Unión Europea (UE) sobre el malestar social desatendido por el encarecimiento del coste de la vida, una energía muy cara y la drástica subida de los tipos de interés. La victoria de Fico es muy significativa, porque tuvo que dimitir en 2018 tras el asesinato del periodista Jan Kuciak y de su novia Martina Kusnirova cuando investigaba la corrupción y las relaciones mafiosas de los círculos gubernamentales.

El propio Fico ha sido acusado de corrupción y de mantener vínculos con el empresario Marian Kocner, convicto por fraude y acusado de instigar el asesinato de Kuciak, aunque una polémica sentencia lo exoneró en mayo de ese delito pese a las pruebas inculpatorias. Destacados miembros y candidatos del partido de Fico, Smer, también están investigados por corrupción, incluido el exjefe de la policía Tibor Gaspar. Pese a este contexto, Fico y su partido Smer, pretendidamente socialdemócrata, obtuvieron el 23% de los votos en las elecciones del 30 de septiembre, más de lo augurado inicialmente por los sondeos. Con 42 escaños (28% del Parlamento), Fico negocia un Gobierno de coalición.

La victoria de Fico, aliado del autoritario primer ministro húngaro, Viktor Orban, sigue la estela de la victoria electoral de la ultraderecha en Italia y del retorno al poder de los populares europeos aliados con los ultras en Suecia y Finlandia. La tendencia victoriosa de alianza de los populares con la extrema derecha se quebró en España en julio cuando PP-Vox no lograron la mayoría absoluta.

El Eurobarómetro de la Comisión Europea, publicado en junio, reveló que el coste de la vida y el deterioro económico eran el principal problema personal para el 79% de los eslovacos, que el 73% no estaba satisfecho con la gestión gubernamental y que el 57% estaban descontentos con la gestión de la UE. El 51% de los eslovacos precisó que su situación económica personal se había deteriorado durante los últimos doce meses. Fico capitalizó ese malestar con promesas de mejoras en el gasto y la protección social. El Eurobarómetro y otros sondeos nacionales revelaron la oposición de los eslovacos al envío y financiación de armas a Ucrania (57% en contra) y a los inmigrantes de fuera de la UE (65% en contra). Y Fico instrumentalizó también ambos temas.

El deterioro de la situación económica personal en los últimos doce meses es un problema muy generalizado en la UE. El 46% o más de los ciudadanos reconoce ese deterioro económico personal en Francia, Austria, Grecia y Portugal, según el anexo del Eurobarómetro. Los otros estados de la UE donde ese deterioro económico afecta al menos a un tercio de la población son: España, Alemania, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Estonia, Chipre, Hungría, Malta, Polonia y Rumanía. Esto tendrá repercusiones en las próximas elecciones nacionales y regionales y en las del Parlamento Europeo de junio de 2014. Hasta ahora la ultraderecha y los populares europeos, que han adoptado los discursos y las estrategias polarizadoras ultras, son los que han sabido capitalizar mejor electoralmente ese malestar social.

Subida de tipos, frenazo económico

Al encarecimiento del coste de la vida y de la energía, se ha sumado la drástica subida de los tipos de interés. El Banco Central Europeo (BCE) ha aprobado diez subidas en 15 meses hasta situarlos en el 4,5% el pasado septiembre, aunque su presidenta, Christine Lagarde, reconoció que la subida de tipos no haría bajar el precio del petróleo, ni de la luz y que gran parte de la actual inflación es causada por el aumento de los beneficios empresariales. La subida de tipos ha disparado el coste de la deuda de los estados, recortando su capacidad de inversión y gasto social, y ha provocado un frenazo económico en la UE, cuyo crecimiento económico ha caído al 0,4% anual en el segundo trimestre, seis veces inferior al de hace un año.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) advierte que las subidas de tipos de los bancos centrales amenazan con causar una recesión global. La Organización Mundial de Comercio (OMC) señala un frenazo del comercio mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce que las perspectivas de crecimiento a medio plazo son muy débiles, “muy inferiores a la media de las pasadas décadas”. La política económica parece diseñada para facilitar la victoria electoral de la alianza de conservadores y ultraderecha.

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