En clave europea

Divergencias sobre cómo ampliar la UE

Banderas de la UE ondean en el exterior de la sede de la Comisión Europea, en Bruselas.

Banderas de la UE ondean en el exterior de la sede de la Comisión Europea, en Bruselas. / YVES HERMAN / REUTERS

Eliseo Oliveras

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La ampliación de la Unión Europea (UE) se ha convertido en un imperativo geoestratégico para afianzar la estabilidad del continente y reforzar la seguridad tanto de los actuales miembros como de los países candidatos La promesa de integrar a Ucrania sin dejar atrás a los países balcánicos, la idea de fijar 2030 como objetivo para el ingreso de los nuevos miembros y el inicio por la Comisión Europea de una revisión de las políticas europeas para adaptarlas a una UE de 35 países han reactivado el proceso de ampliación tras una década de estancamiento. Pero los Veintisiete divergen sobre cómo afrontar este reto y el conflicto de Ucrania con Polonia, Hungría, Eslovaquia y Bulgaria por sus exportaciones de cereales anticipa las dificultades que plantea la ampliación.

La reforma institucional de la UE, de su presupuesto y de sus políticas es un requisito indispensable previo a la entrada de nuevos miembros para la mayoría de los estados de Europa Occidental, que asimismo quieren reforzar los mecanismos internos europeos para evitar que tras la adhesión pueden producirse nuevos retrocesos democráticos, como ha ocurrido con la caída en el autoritarismo de Hungría y Polonia. Los países bálticos y de Europa Oriental consideran prioritario acelerar la ampliación sin necesidad de reformar el Tratado de la UE y soslayan totalmente el enorme impacto económico y presupuestario que supondrá la entrada de nuevos miembros. Turquía ha quedado excluida de facto por su giro autoritario.

Los líderes de los Veintisiete tienen previsto debatir sobre el ritmo de absorción de nuevos miembros y las reformas requeridas durante la cumbre informal que se celebrará en Granada el 6 de octubre. Después, la Comisión Europea presentará sus informes anuales sobre los avances de los candidatos en el cumplimiento de los requisitos. Y en el Consejo Europeo de diciembre los Veintisiete deberán decidir si Ucrania y Moldavia reúnen las condiciones mínimas para abrir formalmente las negociaciones de adhesión.

Informe de Francia y Alemania

La UE no está preparada institucional ni económicamente para recibir nuevos miembros, concluye un informe encargado por los gobiernos francés y alemán a 12 expertos independientes, que fue presentado el 19 de septiembre a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE. El informe recomienda reformar el Tratado de la UE antes de la adhesión, aumentar substancialmente el presupuesto comunitario, emitir deuda europea común y reforzar los mecanismos para preservar la democracia en los estados miembros y evitar la corrupción en las instituciones europeas.

Los 12 expertos defienden que las decisiones donde aún se requiere unanimidad pasen a mayoría cualificada en el Consejo de Ministros de la UE con plena codecisón con el Parlamento Europeo, excepto en política exterior y defensa. Para facilitar el cambio, plantean que en las políticas que pierdan la unanimidad los estados puedan optar por no participar, reequilibrar la mayoría cualificada al 60% de población y votos y si es necesario acentuar la ya existente Europa a diferentes velocidades. Los expertos subrayan que proteger la democracia es esencial para el futuro de la UE y proponen reforzar las sanciones a los miembros con tendencias autoritarias y que pierdan su acceso a los fondos europeos.

Otro informe elaborado por politólogos bálticos, polacos y nórdicos, que no cree necesario reformar el Tratado de la UE, fue presentado la víspera a los ministros de Exteriores de la UE en una cena organizada por Lituania. Este informe sostiene que se sobreestima el riesgo de bloqueo del proceso de decisión sin reforma institucional y afirma que el mayor peligro reside en no acelerar la integración de Ucrania, Moldavia y los Balcanes. El informe aboga por aprovechar los mecanismos existentes para flexibilizar la toma de decisiones, pero no entra en la cuestión crucial de cómo financiar la ampliación y su impacto en el presupuesto y las políticas actuales. Los dos informes coinciden en proponer una integración gradual a los candidatos, que también defiende el Instituto Jacques Delors.

La presión geopolítica para acelerar la ampliación hace temer que la UE llegue a sacrificar las requisitos democráticos y acabe haciendo la vista gorda ante graves déficits de los países candidatos, advierte Florent Marciacq del Centro Franco-Austriaco para la Reconciliación en Europa (CFA). Hungría es precisamente uno de los más fervientes promotores de la adhesión de los países balcánicos para contar con nuevos aliados en el seno de la UE.

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