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Copa América: Catalunya azul

El impacto económico y de imagen de la Copa América es positivo por sí solo, pero supone una apuesta más amplia

El Govern se alía con la Copa América de vela para dar alas a la economía azul

La Copa América de vela iza las velas en Vilanova i la Geltrú

La Copa América de vela iza las velas en Vilanova i la Geltrú / FERRAN NADEU

La 37ª Copa América ha izado velas esta semana con el inicio de la regata preliminar en Vilanova i la Geltrú. Aunque la primera regata puntuable tuvo que suspenderse este viernes debido al mal tiempo, la previa del jueves demostró el acierto de la elección del puerto de la capital del Garraf. «No se podría hacer en ningún sitio mejor que en este», sentenció el director ejecutivo de America’s Cup Events, Grant Dalton. Este sábado y domingo seguirán, si las previsiones meteorológicas favorables se confirman, el resto de las competiciones programadas y de las actividades que contaban con atraer entre 40.000 y 80.000 espectadores.

Precisamente la elección de Barcelona para la gran regata final, dentro de un año, y de Vilanova i la Geltrú para una de las dos regatas previas tenía como una de sus bazas principales hacer del evento no solo un acontecimiento televisivo internacional con una audiencia millonaria sino también un acontecimiento ciudadano. Para los aficionados locales y para las decenas de miles de visitantes que se podrán atraer, tanto por el espectáculo en vivo de la competición como por otras experiencias en un calendario mucho más amplio. Algo que es posible gracias a la elección de bases náuticas plenamente urbanas como lo son el puerto de Vilanova y el Port Vell de Barcelona. Espacios en desuso como los antiguos cines Imax y Cinesa han dado paso a la base permanente de equipos como el Alinghi Red Bull Racing Team, visitable en jornadas de puertas abiertas, y el centro de divulgación oficial, el America’s Cup Experience, un espacio multimedia que explica la épica de una competición con 173 años y 36 ediciones a sus espaldas y la tecnología de punta utilizada en ella.

La captación para Barcelona de la Copa América, impulsada por la asociación Barcelona Global, tenía un objetivo más allá de la atracción de un espectáculo deportivo que por sí solo generará miles de puestos de trabajo en los sectores náutico y turístico, tendrá un impacto de 1.200 millones de euros en la economía catalana según la Conselleria d'Empresa i Treball y hará desfilar la atractiva imagen del litoral barcelonés por todo el mundo. El proyecto busca dejar un legado palpable. Servir de impulso a múltiples actividades que se han bautizado como economía azul, una apuesta que va más allá de la necesidad de seguir impulsando el puerto en la intensa competición por el tráfico de mercancías y cruceristas que se libra entre los grandes destinos marítimos del Mediterráneo.   

Desde el punto de vista de las infraestructuras, el proyecto barcelonés ha rehuido de inversiones fuera de escala y en cambio se ha unido a las iniciativas del Puerto de Barcelona para avanzar en la descarbonización, por la vía de la electrificación y la experimentación con el hidrógeno como combustible náutico. También se han apostado por las sinergias de la Copa América con iniciativas como el 'hub' de empresas Bluetechport y la Fundación Barcelona Port Innovation, que busca convertir a Barcelona en un nodo puntero de actividades como la robótica submarina, la inteligencia artificial aplicada al medio marino, la recuperación de la biodiversidad del mar o la investigación de componentes farmacéuticos hechos a base de productos marinos.

Los Juegos de 1992 consiguieron que el urbanismo de Barcelona dejase de dar la espalda al mar. Con la Copa América como bandera, todas estas iniciativas buscan ir mucho más allá.