Sanidad
Jordi Casabona

Jordi Casabona

Médico epidemiólogo. Campus de Can Ruti. Director científico del CEEISCAT. Secretario del Grupo de ITS de la Sociedad Española de Enfermedades Infeciosas y Microbiologia Clínica (SEIMC).

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Infecciones de transmisión sexual: de nuevo un viejo problema de salud pública

La alarma sobre las ITS ha desaparecido del discurso público y, si bien algunas se curan fácilmente, pueden tener graves consecuencias como la infertilidad y afectaciones neurológicas

Las principales quejas sexuales de las parejas que van a terapia

Las principales quejas sexuales de las parejas que van a terapia

Tras la aparición de los antibióticos en la década de los 50 del siglo pasado, en las grandes ciudades fueron desapareciendo los carteles sobre 'tratamientos venéreos' y, a pesar de que los expertos venimos alertando desde hace años –sin demasiado éxito– de la reemergencia de infecciones de transmisión sexual (ITS), como la sífilis y la gonorrea, durante las últimas décadas las ITS han desaparecido del discurso público, ocupado hegemónicamente por el sida.

Las razones de este silencio han sido: 1/ muchas ITS son fácilmente tratables y curables con antibióticos –a menudo con una sola dosis– y, por tanto, no han creado presión sobre los afectados; 2/ los fármacos son antiguos y baratos y, por tanto, la industria farmacéutica no ha invertido en promover su visibilidad en las reuniones científicas, como ha hecho con el sida y la hepatitis C; y 3/ en ausencia de alarma social y de discurso profesional, las administraciones sanitarias no han priorizado este problema.

Este silencio, sumado a los prejuicios históricos de que estas infecciones son patrimonio de grupos específicos o de 'gente de vida alegre', han contribuido todavía más en la falta de sensibilización de la población general. Por eso es capital recordar que las ITS incluyen a un gran grupo de infecciones que pueden afectar a todo aquel que tenga relaciones sexuales no protegidas y, sobre todo, que si bien es cierto que algunas se curan fácilmente, también lo es que algunas pueden tener graves consecuencias como la infertilidad –en los casos de clamidia y gonococia–, el cáncer por el virus del papiloma o afectaciones neurológicas graves, e incluso la muerte del feto o bebé, en el caso de la sífilis.

El espectacular aumento de las ITS en los últimos años, especialmente en grupos más vulnerables como los hombres que tienen sexo con hombres y las mujeres trans, pero también entre la población heterosexual, y en particular los jóvenes, ha hecho que las cosas vayan cambiando y varios sectores sanitarios hayan incorporado las ITS a su práctica y discurso, estén presentes en muchos congresos y las administraciones públicas empiecen a priorizar estrategias dirigidas a su prevención y control.

Las principales razones del aumento de las ITS son: 1/ los importantísimos cambios en los patrones de conducta sexual ocurridos en Occidente, asociados tanto a la evolución de la moral hegemónica y a la aparición de las redes sociales y 'apps' que facilitan los encuentros sexuales esporádicos, como a la introducción de herramientas farmacológicas anticonceptivas o para evitar la adquisición del VIH, que han motivado una disminución del uso del preservativo; 2/ la mejora de los sistemas de información que monitorizan estas infecciones y, por tanto, su cobertura; y 3/ la aparición de tecnologías y estrategias diagnósticas nuevas, como las técnicas moleculares, los test rápidos, la autoprueba y el automuestreo, que facilitan la realización de cribas en poblaciones de más riesgo fuera del ámbito sanitario y, en consecuencia, el interés de la industria.

Hoy es el Día Internacional de la Salud Sexual que la OMS define como la capacidad de "mantener experiencias sexuales de una manera placentera y segura, libres de coacción, discriminación y violencia". Hace falta pues un cambio de paradigma respecto al tratamiento social y sanitario de las ITS, que tenga en cuenta los aspectos clínicos de salud pública y derechos humanos, pero que no se quede en el discurso, ni las agendas interesadas, sino que se definan intervenciones evaluables a corto plazo y que se tome de manera seria y definitiva la educación en salud sexual en las escuelas.

TEMAS