La espiral de la libreta
Olga Merino

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Periodista y escritora

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Que os zurzan, que os den morcilla

La política es 'asín': sumas, restas, aritmética pura y dura

Xavier Trias

Xavier Trias / EFE/Quique García

Vaya sábado, sabadete. El tenso recuento y el vuelco repentino en el consistorio barcelonés sacudieron la siesta de sofá como un relámpago de vitriolo. De golpe, Jaume Collboni (PSC) se convirtió en alcalde, con la aquiescencia de los Comuns y el PP, un extrañísimo 'ménage-à-trois' en una misma y estrecha cama.

Al candidato de Junts, Xavier Trias Vidal de Llobatera, que ya tenía la investidura atada con ERC, le entró un cabreo del mundo mundial que le desató la lengua en el turno de alocuciones con el ya célebre "que us bombin". O sea, que os zurzan, que os den, o que os den morcilla, frase que, por cierto, aludía a la vieja costumbre de matar a los perros que habían contraído la rabia dándoles morcilla envenenada con estricnina.

En cualquier caso, aunque la locución expresa un vehemente rechazo, desprecio o desinterés hacia el interlocutor aludido, tampoco hay para tanto, pues invectivas de más grueso calibre se han escuchado en los debates parlamentarios. Como aquel "en mi moño y en mi coño mando yo", de Onintza Enbeita (Amaiur), cuando la discusión sobre la reforma de la ley del aborto.

Un 'senyor de Barcelona'

Trias es un 'senyor de Barcelona', uno de esos hombres que se visten por los pies, serio, pragmático, un exponente de la gente de bien de la Bonanova y Sant Gervasi. Parecía que con su elección como alcaldable se pretendía seducir a la parte del electorado que anhela el retorno del 'seny' frente a la 'rauxa' puigdiabólica, que invoca el espíritu pactista de la vieja Convergència, de los sillones del Majestic, el 'peix al cove' y el pájaro en mano (y también del 3%, dicho sea de paso). A pesar de borrar el logo de Junts y de esquivar en campaña la bicha de la independencia, la estrategia no ha acabado de funcionar, mayormente porque en Madrid no están para templar gaitas: o blanco o negro. No se puede estar en misa y repicando. Junts tiene un problema desde hace rato.

Con las fintas y juegos de cintura, Trias ha estado haciendo lo mismo que critica en los demás contendientes; como en la novela de David Trueba, hay que 'Saber perder'. La política y el fútbol son 'asín': sumas, restas, aritmética pura, el conciliábulo de intereses. Le pese a quien le pese, Jaume Collboni es tan legítimo como el alcalde de Girona, Lluc Salellas (CUP). Y también, ay, como la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols (Aliança Catalana), una mezcla altamente inflamable de trilita, independentismo e islamofobia.

A todo esto, en lugar de lanzarse los muebles a la cabeza, estaría bien que alguien explicara qué pasos se han dado para recoser heridas desde 2017, desde que la localidad descubrió que había nacido en su seno una célula yihadista.

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