Nosotros, a lo nuestro

Trabajar, trabajar y trabajar. Estas han sido las tres palabras que identifican el Gobierno progresista de Pedro Sánchez. Las Cortes Generales no se han quedado atrás. Nunca una legislatura había sido tan prolífica. Una legislatura en la que se han aprobado 213 iniciativas transformadoras para mejorar la realidad de más de 48 millones de personas.

Un gran despliegue de políticas económicas y sociales con impacto directo tanto en el crecimiento económico del país como en la reducción de la desigualdad. España hoy se sitúa en valores previos a la crisis financiera internacional. Una notable reducción de la pobreza y carencias materiales. Según la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, “España sitúa su coeficiente de Gini -uno de los principales indicadores de igualdad- en un nivel de 32 puntos, el mejor desde 2007. La mayor reducción de la desigualdad en un único año desde hace dos décadas”. ¡Ahí lo dejo!

A lo largo de esta legislatura hemos sido capaces de ir de lo macro a lo micro y viceversa. Medidas transversales afectando a todos los sectores económicos y sociales y a todas las generaciones. Y todas, con el gran objetivo de proteger y fortalecer a la mayoría social trabajadora, eje y motor de nuestra comunidad.

Hemos demostrado que es compatible fijar objetivos de crecimiento macroeconómico -los datos de España son aplaudidos por organismos internacionales como la OCDE- con la generación de oportunidades para la mayoría social. Gracias al amplio abanico de medidas desplegadas se han amortiguado las graves consecuencias de las diversas crisis y, paralelamente, se han sentado las bases de un nuevo modelo de país. Una España inclusiva, igualitaria y diversa. Una España de nuevos derechos. La España de la mayoría social.

Los recientes datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) confirman que la economía de España continuará creciendo el doble que la eurozona. La reducción de la prima de riesgo refleja la confianza en la gestión económica del Gobierno. Y es que España ha conseguido logros que eran impensables hace escasamente cuatro años: crecimiento de la economía nacional de la mano del crecimiento del empleo, más de 20 millones de afiliados a la seguridad social; habiendo un millón más de mujeres y la caída del paro en más de 3 pp respecto a la época del Partido Popular.

Estos datos junto con la revalorización de las pensiones en base al Índice de Precios al Consumo (IPC); la subida espectacular del salario mínimo interprofesional (SMI) que hoy empuja a mejorar los salarios; el bono térmico y eléctrico para las familias vulnerables o el Ingreso Mínimo Vital (IMV) tienen nombre: dignidad.

Y todo ello a pesar de la actitud obstruccionista de la derecha. Constantemente hemos visto al líder del Partido Popular, tanto a Casado como a Feijóo, en Bruselas oponiéndose a los fondos europeos o recurriendo leyes progresistas y garantistas ante el Tribunal Constitucional, como por ejemplo la Ley de eutanasia. Y es que el PP nos tiene acostumbrados a recurrir todas esas leyes que suponen un avance en derechos, como ya hizo en 2010 con el recurso a la Ley de la interrupción voluntaria del embarazo, un recurso rechazado recientemente después de trece años.

La derecha española no sólo no ha ayudado en nada, sino que se ha opuesto a todo: a las grandes reformas y a las medidas contenidas en el escudo social, medidas paliativas para combatir las distintas crisis: la pandemia y los efectos de la guerra de Ucrania.

El camino de esta legislatura ha sido un pedregal y, sin embargo, este Gobierno ha situado a las personas como bien jurídico a proteger en primer lugar. Una gran diferencia respecto al gobierno del partido popular en la crisis financiera, por cierto.

Por ello, cuando se dice: “vamos a derogar”, ¿qué están diciendo? ¿Que van a reducir el SMI situado en 1.080€/mes a los 735€/mes de M.Rajoy? ¿Que van a reducir la pensión media más de 300€? ¿O van a dejar de invertir en los jóvenes suprimiendo las becas, derogando la Ley de Ciencia o la de Formación Profesional? Derogar, sin más, esa es su propuesta.

El 23 de julio nos jugamos avanzar o retroceder. Y los socialistas avanzamos. Con una campaña propositiva. Por lo que rechazamos la campaña del ruido, los exabruptos y los insultos que busca la derecha y que no se merece nuestra democracia. La campaña del ruido para tapar los logros del Gobierno. Unos logros colectivos sí, porque nos pertenecen a todos, a toda la ciudadanía.

Esta XIV Legislatura pasará a la historia, y sino al tiempo, por aprobar políticas socialdemócratas de manual. Y me viene a la mente un político: Olof Palme y su libro “El valor de la Solidaridad”. Estaría orgulloso, como lo estamos los socialistas: educación, salud y trabajo, partes del sinalagma que significa el nuevo contrato social. El desarrollo de la persona en libertad, en solidaridad y en igualdad como diría Palme.

Por todo ello, a trabajar, trabajar y trabajar. La ciudadanía aspira a tener una vida mejor, a tener más oportunidades. Y este es nuestro objetivo como socialistas para el 23 de julio. Esa es la premisa de nuestras propuestas socialistas.

Así que: ¡Nosotros a lo nuestro!