Elecciones municipales

La incógnita Collboni

Incluso en el caso poco previsible de no ganar y llegar segundo por detrás de Trias, ya me dirán si no preferirá ser alcalde con las muletas de ERC y Comuns antes que ir de segundón de un convergente que ya se ha quitado el ex de encima

Jaume Collboni

Jaume Collboni

Xavier Bru de Sala

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Quien quiera conocer la posición real de quienes se disputan la alcaldía de Barcelona sobre cuestiones de tanta trascendencia como el aeropuerto o las 'superilles', se quedará 'in albis'. Todos coinciden en escurrir el bulto: de acuerdo en el fondo, tanto para incrementar capacidad como para reducir tráfico, pero discrepan en la forma y, más grave aún, incapaces son de presentar una propuesta propia o adherirse a una que se haya dado a conocer. Bloqueados estamos, y de puntillas que pasan ellos por las cuestiones polémicas. Habiendo renunciado a convencer a alguien sobre la bondad de sus ideas, dedican la parte principal de sus esfuerzos a retener votos propios y la secundaria a ponerse bien por si cae alguno ajeno.

Como en las dos anteriores legislaturas, estas elecciones tampoco van de Barcelona, de su posición estratégica y de la imperiosa necesidad de competir en la red global, sino de posición y perfil político, sea por el lado ideológico o por la identitaria. Pobres contra ricos, y viceversa, conformismo contra soberanismo entregado, y el integrado contra el resistente, si es que de estos queda alguno que aún esté dispuesto a votar después de que Xavier Trias, con el propósito de encarnar las aspiraciones de la gente de orden, se les quitara de encima con su misil dirigido a hundir a Laura Borràs. Si Ernest Maragall baja y queda tan lejos de repetir victoria que muchos de los suyos ya le consideran apestado, es porque Esquerra va demostrando que no tiene ningún proyecto para Catalunya y menos para su supuesta capital, Barcelona.

Si Colau baja no es tanto porque la marea en contra de ella suba, que sube, como porque buena parte de los suyos están desencantados y comparten el desánimo general. Si Trias sube es porque no hay más candidato de derechas con posibilidades de hacer un buen papel en las urnas, y quién sabe si también, o más aún, porque cuanto mejor resultado obtenga más potente será el estallido de la bomba XT en medio de JxCat. La previsión del olfato dice que se exagera un poco o bastante sobre el ''efecto Trias', pero ni que fallara y llegase primero a la meta estén seguros de que no contará con el apoyo de ERC ni por supuesto que tampoco el de los Comuns.

De modo que todas las miradas deberían centrarse en la persona de Jaume Collboni, que sube sigilosamente. Incluso en el caso poco previsible de no ganar y llegar segundo por detrás de Trias, ya me dirán si no preferirá ser alcalde con las muletas de ERC y Comuns antes que ir de segundón de un convergente que ya se ha quitado el ex de encima. Ahora, que por si gana Collboni, ya pueden empezar las quinielas sobre sus alianzas. ¿Bipartido con ERC? ¿Bipartido con Comunes? ¿Tripartido con ambos? ¿O Gobierno en solitario con el apoyo externo asegurado de ERC, so pena de tambalear o caer Aragonés, y alianzas puntuales para hacer mayorías variables? Collboni dispone de la fórmula infalible, de orden, de izquierdas y amigo del gobierno central, de modo que no descarten que, además de alcalde, se haga el dueño exclusivo y en solitario de la ciudad. 

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