Elecciones del 28 de mayo

Jaume Collboni acusa a Ada Colau de "no gobernar para todo el mundo"

El PSC proyecta las municipales como "el preámbulo de la victoria" socialista en Catalunya y España

El alcaldable del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, con la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret

El alcaldable del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, con la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret / PSC

Sara González

Sara González

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El objetivo era poner en circulación el lema de la precampaña -'En marcha', un eslogan estrechamente ligado al 'leitmotiv' de Salvador Illa de "reactivar" Catalunya-, pero lo que pretendía ser el acto para dar el pistoletazo de salida a la convención municipalista del PSC que culminará el 2 de abril con un mitin con el presidente Pedro Sánchez, ha acabado monopolizado por la contienda que se libra en Barcelona. Y es que el candidato socialista en la capital catalana, y también viceprimer secretario de política municipal del partido, Jaume Collboni, ha acusado a la alcaldesa Ada Colau de "no gobernar para todo el mundo".

Como ejemplo de esta actitud de "no escuchar a todos" ha puesto la gestión de las 'superilles'. Si la líder de los Comuns ha defendido que se trata de una apuesta "irreversible" para la pacificación de calles de ciudad, Collboni ha replicado que considerar cualquier cosa como "irreversible" es "una mala manera de gobernar", una "mala actitud" y ha recetado "menos dogmatismo". Por contra, ha defendido que "nadie ha hecho más por la movilidad sostenible" que el propio PSC.

El hecho es que Collboni gobernó codo con codo con Colau hasta el pasado 23 de enero, cuando de forma repentina anunció su salida del gobierno municipal para dedicarse a la campaña. Pero este viernes ha afirmado que tanto ella como el cabeza de lista de Junts, Xavier Trias, "representan el pasado" porque ya "tuvieron su oportunidad". Ahora, considera que es la suya con la promesa de "abrir una nueva etapa". La consigna general que ha lanzado de la mano de Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat y viceprimera secretaria de organización y acción electoral del PSC, es que "la gente está candada, fatigada de la política estéril y del gobernar contra alguien".

Los socialistas están dispuestos a poner toda la carne en el asador en esta campaña de las municipales, que entienden como una catapulta para el objetivo de Pedro Sánchez de retener la Moncloa, pero, también, como el primer asalto para lograr que Salvador Illa conquiste la presidencia de la Generalitat. Así lo ha verbalizado Collboni:  "Las municipales son el preámbulo de la victoria socialista en Catalunya y España". Dentro de ese plan estratégico Barcelona está señalada en rojo, aunque la válvula de seguridad del PSC es el área metropolitana, su gran caladero de votos y donde ostenta alcaldías muy consolidadas sin temor a que nadie le haga sombra.

Eso explica por qué la convención municipalista que arrancará este lunes y que se alargará durante tota la semana con 20 debates y unos 60 candidatos socialistas culminará el domingo en un macroacto en La Farga de l'Hospitalet en el que intervendrá el presidente del Gobierno y la cúpula del PSC.

Recuperar musculatura territorial

Sin embargo, en el radar electoral del partido hay otros objetivos más allá de Barcelona, que pasan por recuperar a nivel territorial la musculatura perdida años atrás más allá del cinturón rojo. De entrada, la aspiración es volver a ser el partido más votado. En 2019 ERC pasó por delante por una diferencia de 54.609 votos. Ahora, el PSC cree estar suficientemente en forma como para quedar en primer lugar. Pero, más allá del cómputo global de apoyos, están las alcaldías.

Los socialistas buscan consolidar plazas complejas como Badalona y Sabadell, así como recuperar otras que fueron dolorosas perder, como Lleida, Tarragona o Terrassa. Además, aseguran estar en disposición de recuperar terreno en enclaves especialmente hostiles en los últimos años, como el interior de Catalunya o en Terres de l'Ebre.