Opinión | Apunte

Jordi Puntí

Jordi Puntí

Escritor. Autor de 'Confeti' y 'Todo Messi. Ejercicios de estilo'.

Tampoco estamos tan mal

Xavi da órdenes en el entrenamiento.

Xavi da órdenes en el entrenamiento. / FCB

Este fin de semana es Carnaval y ya tengo decidido mi disfraz: voy a ir de culé pesimista. He sacado del armario la camiseta blaugrana de la temporada del Tata Martino, con el 17 de Alex Song en la espalda, y estoy repasando mi lista de excusas de mal perdedor. Puede que el disfraz no resulte muy sorprendente, porque aunque el Barça es líder destacado en la Liga, tampoco es que nos salga la euforia por las orejas, pero por si acaso voy a practicar y echaré un poco de agua al vino. Diré para empezar que yo creo que ganaremos esta Liga porque es el trofeo de la regularidad y el Barça es hoy el equipo más regular. Es decir, además de ser el que tiene una trayectoria más "uniforme, sin cambios bruscos", su juego acepta también el calificativo de regular, ni muy bueno ni muy malo.

Frunciré el ceño y a los forofos les diré también que este Barça todavía está aprendiendo a ganar. A ganar sin Messi y esa facilidad suya para ver portería. Ahora se trata de aprender a ganar con una convicción que requiere esfuerzo mental y mono de trabajo. Por eso es importante ganar aunque sea por la mínima, porque da continuidad, confianza. 

El nuevo Barça

Sin embargo, hay tres detalles que analizados por separado quizá pasan desapercibidos, pero en conjunto dan aire al culé pesimista. Primero: hace mucho que no marcamos un gol de falta directa. Dos: frente al Villarreal perdimos la posesión del balón, y aunque se ganó el partido deberíamos verlo como un aviso; ahora no vamos a convencernos de que el fin justifica los medios. Y tres: Xavi ha reducido el número de cambios por partido; sí, ha dado con una alineación que le da resultados, pero la temporada es larga y sería bueno que nadie se viera como el eterno suplente. 

En mi papel de culé pesimista, si hace falta este Carnaval recordaré que se acerca el partido contra el Manchester United, en la Europa League, y ahí se pondrá a prueba la calidad creciente del nuevo Barça. Y ya saben, si me ven por ahí, vestido del Barça i alicaído, denme unas palmaditas de ánimo en la espalda, que no estamos tan mal, hombre.  

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