Ágora

Abrir debates y generar propuestas sobre el ocio nocturno

La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha elaborado un estudio que formula propuestas para mejorar las dinámicas que se derivan del uso del espacio público como espacio de ocio nocturno

Jóvenes de botellón frente al MACBA, de madrugada, tras el cierre de los locales de ocio nocturno.

Jóvenes de botellón frente al MACBA, de madrugada, tras el cierre de los locales de ocio nocturno. / MANU MITRU

David Bondia

David Bondia

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Hacer botellones en el espacio público no está permitido y su práctica comporta problemas de convivencia vecinal y conductas de riesgo vinculadas, entre otros, al consumo de alcohol. Ahora bien, constatamos que el abordaje únicamente ‘securitario’ no ha logrado su erradicación. El fenómeno de los botellones entre la juventud existe en el Estado desde los años 80 y nada tiene que ver con los macrobotellones que se produjeron el pasado mes de septiembre en el marco de las fiestas de la Mercè. Si, en más de 40 años, no se ha neutralizado, como mínimo se debe gestionar para reducir los efectos de la colisión entre el derecho al ocio nocturno y el derecho al descanso del vecindario.

En esta gestión deben poder participar varios actores: administraciones, vecinos y vecinas, cuerpos policiales, entidades y sector del ocio nocturno, educadoras sociales y de calle y, sobre todo, los y las jóvenes. Esta gestión no puede realizarse solo desde una visión adultocéntrica, tendente, demasiado a menudo, a adoptar medidas y políticas públicas dirigidas a la juventud sin la participación de este colectivo.

Por este motivo, desde la Sindicatura de Greuges de Barcelona, viendo la escasa representación de jóvenes en la primera reunión de la Mesa ciudadana por una noche cívica y segura, celebrada el pasado noviembre, anunciamos que estábamos elaborando un estudio sobre ‘El fenómeno del botellón en la ciudad de Barcelona. Perspectivas desde la juventud’.

Un estudio en el que, haciendo un análisis riguroso del fenómeno del botellón y trabajo de campo con los y las jóvenes de nuestra ciudad, se formulan propuestas para mejorar las dinámicas que se derivan del uso del espacio público como espacio de ocio nocturno. Propuestas alternativas, preventivas y de protección que van más allá del abordaje meramente ‘securitario’ y que podríamos agrupar en torno a dos ejes: el fomento de modelos de ocio nocturno alternativos al consumo de alcohol y la gestión de los botellones desde una perspectiva de prevención y reducción de daños.

Por una parte, recogemos buenas prácticas en cuanto a programas de ocio alternativo bien diseñados que ayudan a consolidar patrones de diversión menos vinculados al ocio nocturno tradicional, como las que empezaron a implementarse hace más de 20 años en ciudades pioneras como Gijón y Cádiz, con Abierto Hasta el Amanecer y Cádiz Alternativo, respectivamente. En nuestro país, destacamos el conjunto de actividades ofrecidas dentro del grupo de trabajo de Universo Alternativo del Consejo de la Juventud de Barcelona y la labor de la Asociación Stronghold. También el programa Vente Pa'ka, de la Fundación Marianao en Sant Boi del Llobregat, o la iniciativa Nits Insòmnia del Área de Juventud del Ayuntamiento de Cornellà. Este enfoque pasa necesariamente por tener la voluntad de poner a disposición de la gente joven espacios públicos, centros cívicos y casales en horario nocturno para poder desarrollar actividades alternativas de ocio.

Por otra parte, en cuanto a la perspectiva de la reducción de daños, proponemos señalar en la ciudad espacios accesibles que no interfieran con el derecho al descanso del vecindario, evitando que estos adquieran la forma y el estatus de ‘botellódromos’. Espacios de acceso rápido y seguro a servicios sanitarios (como ambulancias y personal sanitario), y que dispongan de puntos de información y asesoramiento cercanos y de confianza donde dirigir inquietudes o pedir ayuda, como Punts Lila y de lucha contra la LGTBIfobia, Espacios Antirracistas y servicios móviles de atención e información en drogas. Espacios con baños públicos y químicos, y con sistemas de recolección de residuos. Es decir, espacios en los que se ofrezca un apoyo educativo presencial desde una perspectiva de género, preventiva y de reducción de riesgos, tanto en el ámbito del consumo como en el de las relaciones personales y comunitarias.

Estas son algunas de las propuestas que, en materia de ocio nocturno, presentamos desde una Sindicatura de Greuges proactiva y capaz de combinar la vertiente de institución de garantías con la de colaboración para ayudar a la Administración a mejorar su servicio. Una Sindicatura que abre debates y genera propuestas.

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