Otra vez BricoHeroes

¿A qué huelen Jair y Peyu?

Jair Domínguez y Peyu, en 'Bricoheroes'

Jair Domínguez y Peyu, en 'Bricoheroes' / TVC

Ernest Alós

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Yo quería escribir de ‘Get back’ pero un diálogo de 20 segundos de vídeo de Jair Domínguez y Peyu en su programa BricoHeroes ha podido conmigo. “¿Qui ens ha de robar els calès si a aquest despatx només hi entrem tu i jo? / ¡Que tu sàpigues! Pero quan marxem, ¿qui et diu que no ve aquí un espanyol a robar-nos? / ¡No! / Si no hi ha una cámara de seguretat, ¿com ho sabrem? / Bueno, ¡perquè tinc un gos que vegila que el vaig ensenyar a olorar espanyols! / Ji, ji / Ji, ji”.

Repitan el mismo chiste con perros entrenados para evitar robos detectando por el olfato a gitanos, judíos o moros, o imagínenlo emitido en Canal Sur o Telemadrid con catalanes que roban. Si no ven nada objetable, tienen un problema. O más bien lo tengo yo con ustedes. Si se escandalizan en esos casos, pero no cuando se trata de bromear con españoles detectables como saqueadores por su simple olor, también. Lo peor es que eso es lo que ha sucedido con muchos que han excusado la 'gracieta', o han increpado digitalmente a Joan Tardà por considerarla penosa.

Uno de los argumentos, definitivo, inapelable, elaboradísimo, para acallar críticas es: “¿Y de lo de RNE y el calamar, nada?” Pues sí, también me ofende, pero el de un diario es un trabajo en equipo y Josep Maria Fonalleras y Emma Riverola ya se encargan hoy mismo de dar el repaso que merece ese otro ‘Ji, ji’. El segundo, que es humor inteligente, y que tildar a los españoles de ladrones es una denuncia valiente del expolio fiscal. Suponemos entonces que el olfato del perro de Peyu es lo suficientemente afinado para distinguir entre un ciudadano de las comunidades que aportan más que reciben (un catalán, un valenciano, un balear o un madrileño) y un andaluz o un extremeño ante el que enseñará los colmillos. Portentoso. Pero no creo que vaya por allí. El tercero, que no es lo mismo humillar al débil que al poderoso. Bueno, considerar a todos los miembros de una nación como sanguijuelas explotadoras merecedoras de oprobio nos lleva a un callejón oscuro en el que mejor no entrar.

Los que, en cambio, parecen tener un olfato mucho más romo son los bricohéroes, que cada vez se parecen más a Stephen Fry en la sátira de los redneck cantantes de country que se cascó junto con Hugh Laurie para la BBC. Quizá, a no ser que hayan autodeterminado que no lo somos, no detecten como tales a todos los catalanes que consideran que además también son españoles. O a lo mejor sí , pero forman parte de los que, como dicen de Miquel Iceta en otro 'gag' del mismo programa, tendrían motivos para salir corriendo si se declarase la independencia.  

Y Peyu y Jair, ¿a qué huelen? Lo que hacen puede tener varios nombres, y ninguno bonito. Dejémoslo en que su humor transpira el mismo aroma que el perdonavidas y chulesco de Roberto Alcázar y Pedrín. Que vigilen, que según qué hayan enseñado a detectar a su perro igual no sabe ver la diferencia.

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