Los presupuestos son un microclima

Jéssica Albiach ha dicho que los presupuestos "no van de independencia", sino que "van de Catalunya y de hacer más fácil la vida a los catalanes". Dejando a un lado una cuestión gramatical (este espurio “ir + de + nombre”) Albiach tiene razón y a la vez está equivocada. Los presupuestos van de sálvese quien pueda y van de enormes cantidades de letra pequeña que definen una determinada política, sí, pero al mismo tiempo van de papeles flexibles que conservan en su interior la esencia última, más allá de las ideologías: ser aprobados. Los presupuestos nacen para que se aprueben. Si no, el reflujo de la ola que provoca su hundimiento es de tal magnitud que la cosa, después, sí que va de independencia o de dile como quieras, porque los presupuestos son también un microclima en cuyo interior se generan tormentas tropicales. Van de todo esto que dice Albiach y van de todo lo contrario. Visto el pacto con los 'comuns' no me parece apreciar un paso atrás en la lucha nacional ni un paso decisivo a favor de la lucha de clases. Otra cosa es cómo se desgajará (o no) la frágil tela que abriga al Govern, si los hilos de la costura cederán, si el desgarro de las vestiduras será una pantomima o una tragedia.

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