Sotanas, fuera

Su ilustrísima se ha enamorado, y ello es motivo de alegría así en la tierra como no tanto en el cielo. Hay quien compara la historia al ‘Pájaro espino’ que nos pegó al televisor allá por 1983, aunque a mí me suena más a película de los años del destape, con María José Cantudo en el papel de escritora de libros eróticos y Mariano Ozores del obispo Novell, debatiéndose entre caer en la tentación o en brazos de su feligresa.

-Hija mía, yo te absuelvo, pero no me confieses más pecados, que uno no es de piedra.

Novell es novato en las cosas del sexo, o eso quiero suponer, así que ha hecho santamente -con perdón- de buscarse una novia psicóloga experta en sexología, que iniciarse en esas cosas pasados los 50 no ha de ser fácil. No le arriendo yo las ganancias a la chica, no va a ser fácil convencerle de que abandone alguna vez la postura del misionero. Cosas del peso de la púrpura.

Contaba Vizcaíno Casas que en la posguerra había señoritas que antes de entrar en faena sexual se santiguaban, como los toreros. No sería extraño que nuestro ya exobispo haga lo mismo, que haberse enamorado no significa estar reñido con Dios. Al fin y al cabo, Este acostumbra a poner duras pruebas a sus fieles, lo sabe cualquiera que haya ojeado la Biblia, y entre cubrirle el cuerpo de llagas como al pobre Job o cruzarle una escritora erótica en su camino, le ha tocado la buena. Otra cosa es la sorprendente facilidad con que alguien casado con la Iglesia puede romper ese vínculo, y las dificultades que en cambio pone esta misma Iglesia si el matrimonio que se pretende finalizar es con persona física. Los caminos inescrutables, que dicen.

Por lo que respecta a la chica, nada hay que criticarle, en España tenemos larga tradición de personajes que se encaprichan del clero. No hay más que recordar al Don Juan, aunque también es cierto que este seducía novicias, y no se le recuerda tirando los tejos a ninguna madre abadesa cincuentona, por el amor de Dios (con perdón de nuevo).

Los tiempos cambian, no hagamos de esta relación un ‘casus belli’, tomémosla con naturalidad. Un obispo que instó a los catalanes a incumplir la ley terrenal cuando el referéndum del 1-O normal es que a su vez incumpla la divina. No vamos a ponernos ahora estupendos porque conozca mujer. En el sentido bíblico, por supuesto.

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