El pulgar hacia arriba o hacia abajo

El nuevo marco de ayudas que prepara el Gobierno para reforzar la solvencia de las empresas viables requerirá el diagnóstico previo sobre cuáles de ellas conservan las suficientes constantes vitales para salir adelante en un futuro, cuando se disuelva la crisis sanitaria, y cuáles han alcanzado tal deterioro que ya nunca podrían caminar solas, sin respiración asistida, cual zombis.

Inquieta pensar con qué criterios el Gobierno dirimirá qué empresas con necesidad de ayuda caerán caerán un lado o en otro. En realidad, se barajan tres casillas: las empresas con deuda sostenible (pagable); sostenible, si se cambian las condiciones (plazos) o definitivamente insostenible.

Para diseñar tales criterios, el Ministerio de Economía lleva meses trabajando con el Banco de España, con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con las patronales bancarias AEB y CECA, y con los cinco grandes bancos (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell), tal como ha contado este diario. Gobierno y Banco de España comparten la convicción de que son la entidades financieras las que, con sus herramientas de ‘scoring’ (que usan cada una de ellas para determinar si un individuo es solvente, antes de darle un crédito), son las más adecuadas para determinar si la deuda de una empresa es sostenible o si definitivamente ha entrado en ‘zona zombi’. Por ello el Banco de España ha pactado con la AEB y la CECA dar acceso a las entidades a los datos agregados y anónimos de su central de información de riesgos y a su central de balances. Con esta información, las entidades financieras, a través de sus patronales, ofrecerán al Gobierno el diagnóstico sobre el tipo de empresas que, apelando a la imagen de un césar romano en un circo de gladiadores, merecerán el dedo pulgar hacia arriba (en señal de salvación) o hacia abajo (en señal de sacrificio).

La cuestión es muy delicada y no afecta solo a España. Es algo que estará en la mesa de la reunión telemática del Eurogrupo este mismo lunes. La vicepresidenta Calviño quiere tener el terreno despejado en el mes de marzo. Antes, en todo caso, de que venza la actual prórroga de la prohibición de quiebras empresariales, el 14 de marzo. 

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