El reestreno como acontecimiento

¿Es posible que los cambios y la velocidad de los tiempos hayan generado una nueva forma de nostalgia? ¿Es posible que las circunstancias nos estén llevando a recuperar al pasado de una manera menos lánguida y más activa que no hace tanto? Hace unos días, el 30 de diciembre, la distribuidora y productora de cine Avalon reestrenaba en cines, coincidiendo con su 20º aniversario, ‘In the Mood for Love’ (Deseando amar) (2000), de Wong Kar Wai. Quizá en otro momento el regreso a los cines de este clásico hubiera sido solo eso, su regreso a los cines en forma de reestreno convencional. Y, en otras circunstancias, antes de que el cambio de coyuntura y la pandemia tuvieran consecuencias tan tremendas sobre las salas, un reestreno de esta naturaleza no habría tenido los resultados que Avalon anunciaba el lunes: “’Deseando amar’ consigue en su primer fin de semana la mejor media por copia de los estrenos y la quinta mejor media por copia de toda la cartelera navideña”.

Varias cosas juegan a favor de ese éxito. La primera, por supuesto, la inmensidad de la película de Wong Kar Wai. La segunda, la necesidad de buscar planes especiales en un momento de saturación audiovisual y cartelera delicada (no exenta de películas extraordinarias). Pero la tercera es mérito de su distribuidora, y esto conecta con esa idea de una nostalgia más consciente, menos romántica… o romántica de una forma más dinámica. Avalon ha convertido el reestreno de ‘Deseando amar’ en un acontecimiento cinematográfico. Además de recuperar esa película, ha concebido el evento Universo Wong Kar Wai, que consiste en la programación (en Barcelona y Madrid, aunque a partir del 21 de enero se hará en otras ciudades) de una retrospectiva de seis películas más del cineasta, remasterizadas y restauradas en 4K, la ambientación de algunos de los cines donde se proyectan según el universo visual del cineasta (de momento, los Boliche de Barcelona y los Renoir Princesa de Madrid) y la celebración en ellos de varias actividades especiales. Esta acción es, por supuesto, una apuesta por las salas de cine, por mantenerlas vivas. Pero lleva implícita una nueva manera, más consciente, más activa, de relacionarse con el pasado, pensarlo y recuperarlo.