Apunte

Hora de volver al trabajo

Tras las fiestas navideñas urge la prórroga de los ertes y medidas de alivio para empresas viables en apuros por sus deudas

Un camarero recoge sillas de la terraza de un bar en Sevilla.

Un camarero recoge sillas de la terraza de un bar en Sevilla. / Europa Press

Rosa María Sánchez

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Van pasando las fechas en rojo en el calendario de estas fiestas navideñas y llega el momento de la vuelta al trabajo. Para el mismo día 8, dos días después de los Reyes, está prevista una reunión de diálogo social, entre Gobierno, patronal y sindicatos, para abordar la necesaria prórroga de los ertes en los sectores afectados por las restricciones de movimiento y aforo contra la propagación del virus.

Tras el fiasco que para los sectores de comercio, hostelería y restauración supuso el paquete de medidas aprobado por el Gobierno el 22 de diciembre (sin las ayudas directas que esperaban empresarios y autónomos), cabe esperar ahora que el Ejecutivo no se muestre cicatero en la prórroga de los ertes, en un momento en que la expectativa de la vacuna empieza a señalar el final de las restricciones para la actividad económica.

Con datos hasta noviembre, el número de trabajadores en erte ronda las 750.000 personas (este martes se conocerán los datos de diciembre). Aún están en ertes el 62% de trabajadores de alojamientos turísticos; el 56% de los de actividades turísticas y agencias de viajes; el 43% en transporte aéreo; el 29% en juegos de azar y apuestas; el 27% en servicios de comidas y bebidas y el 19% de los trabajadores de actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento, por citar algunos ejemplos.

Ahora y no más tarde, toca también que Gobierno y entidades financieras acuerden de una vez la solución que ambas partes llevan buscando desde el verano para refinanciar los créditos de compañías en apuros que hayan recibido algunos de los más de 930.000 préstamos avalados por el Estado a través del ICO. Muchas de estas empresas, viables antes de la pandemia, corren serio riesgo de dejar de serlo por la prolongación de las restricciones, que cumplirán un año en marzo. Y aunque el Gobierno ha vuelto a dejar en suspenso hasta el 14 de marzo la obligación de declarar una suspensión de pagos, urge poner algo de certeza en medio de tanta incertidumbre.

La fatiga pandémica no solo afecta a los ciudadanos; también atenaza a las cuentas públicas, exhaustas. Pero no es el momento de desfallecer ahora que la vacuna permite avistar la meta. Es hora de volver a trabajar.

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