Inmigración y política

Impacto electoral de los centros de refugiados

Estudios hechos en Francia e Italia demuestran que cuando las instalaciones son pequeñas e integradas en la comunidad local, el voto a partidos antinmigración se reduce

Rescate la noche del martes de inmigrantes al sur de Gran Canaria.

Rescate la noche del martes de inmigrantes al sur de Gran Canaria. / periodico

Judit Vall Castelló

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Según los datos más actualizados de Frontex (la agencia europea encargada del control fronterizo), durante los primeros 11 meses del año el número de personas que entraron ilegalmente en territorio europeo se redujo el 8 % respecto al mismo periodo del año pasado, con un total de 116.840 personas. Este descenso se produjo, sobre todo, en los itinerarios a través del Mediterráneo, tanto por el este como por el oeste de esta vía marítima.

En cambio, la ruta por el oeste de África alcanzó un récord histórico, de manera que de enero a noviembre llegaron 19.600 inmigrantes a las islas Canarias sin permiso para hacerlo. La mayoría de esos viajes se han concentrado en muy poco tiempo, principalmente a partir del mes de agosto; así, Frontex informa de que en noviembre llegaron a las Canarias más de 8.150 inmigrantes irregulares, cifra que implica un aumento enorme respecto a los 517 del año anterior. Estos datos hacen que noviembre de 2020 destaque como el mes con más llegadas de inmigrantes en todo el registro histórico desde que Frontex recoge información (2009).

Dispersión territorial

Una de las políticas que se aplican en los países europeos para los refugiados o solicitantes de asilo es el traslado, de manera temporal, a centros de acogida especializados, que suelen estar repartidos por diferentes municipios del país. Es un hecho constatado que, tanto en el ámbito social como en el político, preocupan los efectos que tal estrategia de dispersión territorial pueda generar en la población local. Repetidamente, hemos oído el argumento de que la inmigración repercute en el mercado laboral y en la convivencia social, y, en consecuencia, tiene un fuerte impacto como generador de voto a partidos de extrema derecha, ya que estos llevan en su programa un fuerte discurso contra la inmigración.

Me centraré en este último fenómeno, a partir de la publicación de dos artículos académicos que se basan en datos de Italia ('Is this the real life or just fantasy? Refugee reception, extreme-right voting, and broadband internet') y de Francia ('Dismantling the 'Jungle': Migrant Relocation and Extreme Voting in France') para intentar descifrar si la existencia de centros de refugiados se traduce en un incremento sustancial del voto a los principales partidos contrarios a la inmigración: la Liga de Matteo Salvini, en Italia, y el Frente Nacional de Marine Le Pen, en Francia.

El tamaño importa

Los resultados de estos dos trabajos apuntan en la misma dirección y son, creo, muy útiles para analizar de manera objetiva un discurso tan politizado: la clave está en el tamaño de los centros de acogida. Cuando el centro es pequeño, integrado en la comunidad local y se favorece la participación sustancial de los ciudadanos del territorio, el voto a partidos antinmigración se reduce. Por el contrario, cuando aumenta la capacidad del centro, también crece, de manera significativa, el voto a partidos de extrema derecha. Los centros más grandes tienen gran dificultad para aplicar mecanismos que involucren a la población local en la gestión del centro y en el proceso de integración de los inmigrantes.

Los estudios citados profundizan más y proporcionan la cifra clave que permitirá a las autoridades combinar de manera más eficiente la acogida de inmigrantes y su aceptación en la comunidad local. En el caso italiano, los autores demuestran que, si la capacidad de los centros de acogida es inferior a 28 plazas para migrantes por cada 1.000 habitantes de la población en la que se ubica, se reduce el voto antinmigración. Por el contrario, si la capacidad es superior a ese umbral, se observa una ganancia electoral sustancial para los partidos de extrema derecha. En el estudio francés, los resultados son muy parecidos, con un límite de 32 plazas en el centro por 1.000 habitantes como margen de capacidad que minimiza el efecto en el resultado electoral y maximiza la paz social en el ámbito municipal.

El peligro de Vox

Tras poner en marcha hace unas semanas el traslado de migrantes de Canarias a varias ciudades peninsulares –y con las elecciones catalanas a menos de dos meses vista (con permiso de la pandemia)–, las conclusiones de los estudios citados apuntan en una dirección útil para diseñar una estrategia que permita contrarrestar las preocupantes previsiones electorales, pues estas auguran, por primera vez, una entrada espectacular de Vox en el Parlament catalán con entre cuatro y seis diputados.

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