LA CLAVE

La racha de Sánchez

El Gobierno ha logrado la cuarta prórroga de la alarma, pero su flaqueza parlamentaria se resiente. No es la mejor baza para afrontar la devastación económica del virus

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (de espaldas), interviene durante el pleno de control al Ejecutivo, el 29 de abril en el Congreso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (de espaldas), interviene durante el pleno de control al Ejecutivo, el 29 de abril en el Congreso / periodico

LUIS MAURI

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¿Cuánto dura una racha de suerte? Por ejemplo, la de <strong>Pedro Sánchez</strong>, de desahuciado a presidente en un suspiro y con el viento en contra. La fortuna no es algo mágico o sobrevenido. La suerte parece que existe como producto inconsciente de la psique, la  actitud y las circunstancias condicionantes de cada cual, según diversas investigaciones científicas sobre la psicología del deporte y de las apuestas. Lo demás son supercherías.

La racha de Sánchez, ya abollada por la repetición electoral del 2019, se adentra ahora en una dimensión muy adversa. Una <strong>crisis sanitaria</strong> jamás vista, más de 25.000 fallecidos, respuesta inicial tardía, geriátricos convertidos en pabellones de la muerte en muchas comunidades, escasez de material de detección y de protección… Suma y sigue. Una crisis económica monstruosa, millones de <strong>parados</strong>, empresas y comercios en el filo del precipicio o despeñados ya… Suma y sigue. Prepotencia y falta de diálogo en el estado de  alarma, deslealtad y oportunismo de la oposición (flagrante y hasta caricaturesca en el caso de la Generalitat), debilitamiento de la precaria base parlamentaria del Gobierno…

La soledad del Gobierno

Superado el cénit luctuoso de la pandemiaPablo Casado veía llegada la hora de abrir una potente vía de agua en la nave de Sánchez. Pero su amago táctico de votar contra el estado de alarma topaba con limitaciones más que evidentes. ¿Se habría arriesgado el <strong>PP</strong> a afrontar la factura de un rebrote letal como consecuencia de un levantamiento forzado del estado de alarma? Evidentemente, no. Otra cosa es la abstención anunciada por Casado después de saber que la prórroga de la alarma estaba garantizada por Ciudadanos y los nacionalistas vascos. El PP no rompe ninguna vajilla que después debiera pagar y a la vez subraya la debilidad parlamentaria del Gobierno. Y Arrimadas da un paso significativo en la búsqueda de un papel para su partido después del estrepitoso descalabro de Rivera.   

Sánchez logra la cuarta prórroga, pero su flaqueza parlamentaria se resiente y no hará más que agudizarse ante el horizonte electoral vasco, catalán y gallego. No es la mejor baza para afrontar la devastación económica del virus, pero Sánchez juega al día y guarda el comodín de la inexistencia de una mayoría alternativa.

¿Cuánto dura una racha? Los psicólogos creen que la suerte es, en gran medida, habilidad para identificar las oportunidades y resiliencia para transformar los reveses en trampolines.