análisis

La extrema derecha acecha Perpinyà

La quinta ciudad más pobre de Francia, con un índice de pobreza del 32%, sufre paro del 25,4%, una inseguridad endémica y unas tensiones sociales y étnicas permanentes entre las comunidades gitana y magrebí

campaña electoral para las municipales en perpinya

campaña electoral para las municipales en perpinya / periodico

José A. Sorolla

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Apagados los ecos del mitin de Carles Puigdemont en Perpinyà, con sus proclamas irredentistas y unilateralistas, la capital de la Catalunya francesa vuelve a afrontar su auténtica realidad: es la quinta ciudad más pobre de Francia, con un índice de pobreza del 32%, un paro del 25,4%, una inseguridad endémica y unas tensiones sociales y étnicas permanentes entre las comunidades gitana y magrebí.

En este paisaje degradado, el candidato del Reagrupamiento Nacional (RN, antiguo Frente Nacional), Louis Aliot, encabeza las encuestas para la primera vuelta de las elecciones municipales del próximo día 15. Un sondeo del instituto BVA para 'Europe' 1 y 'Orange', publicado el 5 de marzo, le otorga el 35% de las intenciones de voto, muy lejos del actual alcalde de derechas, Jean-Marc Pujol (Los Republicanos), con el 19%. Después figuran la lista ecolo-socialista (EELV-PS) y la macronista de LREM, empatadas a un 15%. Si Aliot se impone en la segunda vuelta, Perpinyà (120.000 habitantes) será la mayor ciudad de Francia en manos de la extrema derecha, pero para ello tendrá que derrotar posibles alianzas de sus oponentes. EELV y LREM podrían fusionar sus listas el 22 de marzo.

Militante del FN desde principios de los 90 del siglo XX, uno de los artífices de la desdiabolización del partido, diputado y hasta el año pasado compañero sentimental de Marine Le PenAliot pretende conquistar Perpinyà con una estrategia transversal, sin el logo ni el nombre del RN en los carteles y con una lista abierta a otros representantes de la derecha extrema. Para ello se inspira en la experiencia del alcalde de Béziers, Robert Ménard, periodista, fundador de Reporteros sin Fronteras, que en el 2014 ganó la alcaldía apoyado por el partido de Le Pen y que ha basado su mandato en la lucha contra la inseguridad bajo la consigna: “El revólver es el mejor amigo del policía”.

Caballo de batalla

La inseguridad, ligada a la inmigración, sigue siendo, pese a la desdiabolización, el caballo de batalla de Marine Le Pen, así como la denuncia del islamismo. El RN, con un 23,34% y 5,2 millones de votos, fue el primer partido de Francia en las europeas del año pasado, obteniendo más del 40% de los votos en 193 poblaciones de más de 3.500 habitantes, sobre todo del norte y del sureste mediterráneo. Es imposible que esos resultados se repitan ahora porque las europeas son a una vuelta y las municipales a dos, con la posibilidad de que el frente republicano frene a la extrema derecha en la segunda, pero la “normalización” del RN es cada vez mayor en la sociedad francesa.

Siempre se ha considerado que una victoria de la extrema derecha en las presidenciales es imposible precisamente por la barrera de la doble vuelta electoral, pero un estudio realizado por Kantar-OnePoint para 'Le Monde' y 'France Info' revela que el 56% de los franceses piensan que el RN está en disposición de acceder un día al poder. Son 9 puntos más que el año pasado y 16 más que hace dos años, y 15 puntos más en un año entre los electores de izquierdas. La barrera sigue en pie, pero se resquebraja por el empuje de los electores huérfanos de partido y de voto.