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A ver si no va a ser para tanto...

Informes recientes observan un freno, o al menos un paréntesis, en el deterioro de las economías española, europea y mundial

BLUE MONDAY Empresario de pie en el océano dramático antes de la tormenta

BLUE MONDAY Empresario de pie en el océano dramático antes de la tormenta / periodico

Rosa María Sánchez

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En los últimos días han aparecido informes y análisis que, como mínimo, aportan señales contradictorias que hacen dudar de que la economía mundial, de EEUU, de la zona euro o española vayan directamente al hangar de la recesión, como vienen pronosticando otros análisis mucho más sombríos.

Las amenazas siguen ahí. El FMI prevé para el 2019 el peor dato de crecimiento mundial desde la crisis. El comercio mundial ha caído al nivel más bajo desde el 2012  y puede comerse hasta un 0,8% del PIB mundial  si no hay acuerdo entre EEUU y China. Un ‘brexit’ desordenado puede hundir al Reino Unido en recesión y dejar víctimas colaterales. Y el sector del automóvil aun no ha despejado su futuro. A esto se añaden las preocupantes noticias que llegan desde Latinoamérica con recesión en México y Argentina y estallido social en Chile, Bolivia, Venezuela o Ecuador.

Sin embargo, en EEUU el inicio del cuarto trimestre está siendo mejor de lo esperado en indicadores tales como empleo, consumo, confianza de los consumidores, pedidos de bienes de capital o ventas de viviendas. “El riesgo de recesión ha retrocedido”, sostiene el banco de inversión suizo Julius Baer. El origen del relativo optimismo parece estar en la expectativa de algún tipo de acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. En sentido contrario, si esta expectativa se frustra puede volver a reactivar el riesgo de recesión.

En la Union Europea, los indicadores anticipan que el sector industrial podría haber tocado suelo y que el sector servicios resiste, según el análisis que hace Bankia. La agencia de calificación Standard and Poor’s percibe que el riesgo de recesión en la zona euro ha alcanzado su punto máximo (S&P lo sitúa en un 10%: un punto a favor de la recesión frente a nueve en contra) aunque el crecimiento seguirá siendo muy lento. 

Y en España, el propio Banco de España acaba de admitir que en el cuarto trimestre la desaceleración de la economía parece que no va a más. Los datos de afiliación a la Seguridad Social de octubre sorprendieron positivamente al alza y habrá que ver si los de noviembre, que se conocen este martes, confirman la tendencia. 

Conviene ser prudente. En la memoria queda el infausto recuerdo del anuncio de unos 'brotes verdes' en el 2009, pocos meses antes de confirmarse la mayor recesión española en década. Pero esta ronda de relativo optimismo que, al menos, pone freno al avance del pesimismo bien puede servir para desahogar parte del temor a una economía en barrena.

La desaceleración de la economía es evidente, pero en parte depende del estado de ánimo de inversores y consumidores evitar que eso se amplifique hasta alcanzar dimensiones recesivas o cuasirecesivas. Por eso estos claros de sol en medio de los nubarrones pueden haber llegado en un momento oportuno. A ver si esta vez es para tanto…