Al contrataque

Sigue jugando

Todo apunta que nos tocará volver a jugar con las papeletas para ver si tenemos suerte y nos llevamos el gordo, que sería que España tenga, de una vez por todas, un Gobierno

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Najat El Hachmi

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Quienes no han comprado nunca un rasca rasca ni han vivido la época en la que dentro de las bolsas de patatas fritas te salía un cartoncito que tenía que rascar con las uñas para ver si te tocaba un premio, ahora tienen la oportunidad de vivir una emoción parecida en las urnas. Votamos una vez, nos salió “sigue jugando”. Votamos otra y el premio fue una triste bolsa de patatas, aunque siendo gratis también te da un subidón pero no duró más que unos meses de gobierno que a penas nos pudimos acabar. Ahora, visto que el tórrido mes de agosto no ha dado frutos visibles, todo apunta que nos tocará volver a jugar con las papeletas para ver si, de una vez por todas, tenemos suerte y nos llevamos el gordo, que sería que España tenga, de una vez por todas, un Gobierno que se pusiera a trabajar y no nos pidieran, una y otra vez, que volvamos a tragarnos 15 días de indigesta campaña más la precampaña previa y una larga espera de inoperancia, estancamiento y falta de políticas reales. Es decir, dejar en 'stand by' problemas de primer orden que tienen un efecto concreto y notorio sobre la vida de las personas, por no hablar de los elefantes en la habitación.

Sabemos que las formaciones políticas implicadas tienen sus razones, sus argumentos y motivos de peso para no ponerse de acuerdo pero los ciudadanos normales y corrientes, los que se levantan para ir a trabajar (o no porque no tienen trabajo), los que hacen sumas y restas para llegar a fin de mes, los que se pasan la vida poniéndose de acuerdo con personas con las que no se entienden porque impera la necesidad de seguir viviendo, de resolver cuestiones fundamentales, a todos ellos y también al resto de votantes, nos cuesta mucho, pero que mucho, entender la situación actual. Nos cuesta comprender que a estas altura no sean capaces de ponerse de acuerdo. Nos dan igual las peleas, quién a dicho qué ni quién es el malo de la película. No lo entendemos y no lo vamos a entender. Hay mucho trabajo que hacer, pinta un otoño de lo más delicado y aun así nada indica que vayan a salir del atolladero. No sé si es una crisis de los 40 atrasada de la democracia española o falta de cultura pactista después de décadas de bipartidismo pero los ciudadanos ya hemos hablado, ya hemos rascado y no sabemos si hemos ganado o no, pero nos cabrearía mucho que nos dijeran “sigue jugando”. Nosotros hemos hecho nuestra parte del trabajo, ahora les toca a ustedes.