Elecciones en la Cámara de Comercio de BCN

Derrota por incomparecencia

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Antón Costas

Antón Costas

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Lo sorpresa fue enorme. Un verdadero 'shock'. Hablo del triunfo de la candidatura independentista promovida por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en las elecciones de la Cámara de Comercio de Barcelona. Las preguntas son cómo pudo ocurrir y qué consecuencias puede tener Vayamos por partes.

La primera pregunta es de fácil respuesta. Utilizando un símil futbolístico, la candidatura de la ANC ha ganado las elecciones de la Cámara por incomparecencia de los jugadores de los equipos rivales. Como saben, el número mínimo de jugadores necesarios para poder jugar un partido de futbol es de siete. Si al comenzar el partido no hay en el campo al menos ese número, se da por ganador al equipo contrario. Eso es lo que ha ocurrido. Los votantes de las candidaturas rivales no se presentaron en número suficiente como para derrotar a la candidatura de la ANC, que aunque con escasos  votantes, fueron suficientes.

La novedad del procedimiento de votación

Cuestión distinta, y de más difícil respuesta, es explicar el porqué de la incomparecencia de los votantes de las demás candidaturas. Hay dos explicaciones. La primera es la de la novedad del procedimiento de votación. Hasta ahora, los candidatos se pactaban previamente y después se daba por supuesto que el candidato acordado ganaría sin problema. Ahora hubo más de un candidato que buscaban el apoyo de la Pimec y la gran empresa. Alguno de ellos entró en el cuerpo a cuerpo con los otros. Esto sorprendió a los votantes y desincentivó el voto. A esto se sumó el nuevo procedimiento de votación. Por primera vez, la Conselleria de Empresa utilizó el voto electrónico. Esto abrió el voto a autónomos y microempresas. Aunque el voto electrónico ha dejado alguna duda pendiente, favoreció a la candidatura de la ANC. 

Pero quizá la explicación más adecuada de la incomparecencia de los empresarios y directivos de las pymes y grandes empresas es su falta de motivación para comprometerse en la acción colectiva de sus instituciones representativas. El 'procés' ha producido cansancio, hastío y desinterés por la acción colectiva. Pero, en cualquier caso, esta falta de compromiso, de no remediarse, tendrá consecuencias importantes. 

Es más fácil entender la motivación de la ANC para presentar candidaturas a la Cámara, una institución empresarial hasta ahora al margen del interés de los movimientos políticos. Pero hay que reconocer que la ANC no ha engañado a nadie. Desde el inicio señaló que su objetivo era hacer de la Cámara un instrumento al servicio del 'procés' independentista unilateral.

¿Qué objeciones, sin embargo, se pueden hacer a la penetración de la ANC en este tipo de instituciones representativas de intereses colectivos? Dos. La primera es que introducen una línea nueva de fractura en la sociedad catalana. En este caso, la división entre pequeñas empresas, por un lado, y medianas y grandes, por otro. Esta división es perversa. Todos son necesarios. La retórica de pequeños empresarios buenos, y medianos y grandes malos es profundamente perturbadora para el progreso empresarial y divisiva para la convivencia civil.

La retórica de pequeños empresarios buenos y medianos y grandes malos es perturbadora para el progreso empresarial

La segunda objeción es más relevante. La estrategia de la ANC de ocupación de las instituciones civiles intermedias será dañina para la democracia. Esa estrategia persigue cambiar el objeto de esas instituciones para transformarlas en instrumentos de agitación política. La ocupación de las instituciones civiles intermedias para, desde ellas, ganar el poder político es una estrategia tradicional de los revolucionarios leninistas. Esta estrategia de la ANC no es nueva. Aunque es poco conocido, la vienen practicando en otras instituciones civiles intermedias: colegios profesionales, asociaciones de vecinos o asociaciones culturales de todo tipo. Ahora, con la Cámara, han dado el salto a las asociaciones empresariales.

Con esta conducta, la ANC está haciendo lo que les dio buenos resultados con los partidos políticos independentistas. Desde 2012, a través de la organización y financiación de las manifestaciones de los 11 de septiembre, la ANC ha tenido una asombrosa capacidad de intimidación sobre los partidos antes nacionalistas y ahora independentistas. Si alguno de ellos no es suficientemente sensible a sus directrices se arriesga a ser destruido, porque no paran hasta transformarlos o crear otros partidos a su medida.

Implicación del resto de actores sociales

Existe una creciente literatura académica que está cuestionando el mito de que cualquier tipo de activismo de la sociedad civil es siempre beneficioso para la democracia. El activismo de la ANC seguramente es un buen ejemplo de ese mito.

¿Cómo se puede frenar esta estrategia antidemocrática? Únicamente con el compromiso e implicación del resto de los actores sociales en la acción colectiva de sus instituciones intermedias. De lo contrario, veremos más derrotas por incomparecencia de los demócratas, como ha ocurrido en la Cámara.