Catalunya vota por el diálogo

El resultado de las elecciones en Catalunya deja mensajes muy claros. El independentismo demuestra de nuevo que no es un suflé. ERC es indiscutible ganador, y la suma de sus votos con los de Junts per Catalunya (JxCat) es sólida. La apuesta por el diálogo dentro del marco constitucional y estatutario de Pedro Sánchez ha sido premiada con un muy buen resultado del PSC, y En Comú Podem, pese a bajar, no sufre una debacle. 

No pueden decir lo mismo el bloque favorable a la aplicación de nuevo del artículo 155 de la Constitución. Cs, PP y Vox solo suman siete escaños. Que el PP solo tenga una diputada debería ser motivo de reflexión para un partido que aspira a gobernar España.

El electorado, muy movilizado y con una alta participación, ha premiado a los partidos que apuestan por el diálogo como salida al conflicto catalán. Nadie duda de que ERC es independentista, pero su esfuerzo por desmarcarse del irredentismo de Waterloo y su apuesta por no caer de nuevo en los errores de la unilateralidad han sido recompensados. Al otro lado, el PSC vuelve a ser relevante tras una larga travesía por el desierto. La tercera fuerza son unos 'comuns' que han defendido el diálogo incluso en los momentos más polarizados.

Esta especie de reencarnación del antiguo tripartito de Maragall y Montilla tiene la responsabilidad de interpretar y gestionar de manera adecuada el resultado electoral. Ni 155 ni nuevas aventuras unilaterales que resquebrajen la sociedad catalana. Es la hora del diálogo. Es la hora de la política.