Sánchez o la derecha, la única elección

Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez insiste en su política de desinflamación y ofrece diálogo con los independentistas, el Govern de Quim Torra sigue tensando la cuerda con exigencias sobre los presos y el juicio del 'procés' que sabe que la Moncloa no puede satisfacer y la oposición de derechas anuncia medidas de extraordinaria dureza para el caso de que llegue al poder. Ante la reunión del Consejo de Ministros prevista para el viernesConsejo de Ministros en Barcelona, los dos gobiernos han rebajado a última hora la tensión después de una escalada de declaraciones a cual más intempestiva por parte de Torra, pero el independentismo prepara acciones en la calleacciones en la calle y es imprevisible lo que puede ocurrir.

Los partidos independentistas saben, sin embargo, que la única alternativa a Sánchez es un Gobierno de la derecha entre el PP y Ciudadanos, con apoyo o no de Vox si el partido ultraderechista logra entrar en el Congreso. Pese a los intentos poco creíbles de Albert Rivera de distanciarse de VoxAlbert Rivera en unas declaraciones hechas en Bruselas para tranquilizar a los liberales europeos, lo más probable es que en Andalucía gobiernen el PP y Cs con el apoyo de los ultras y esa experiencia tendrá sin duda influencia en un posible acuerdo para el Gobierno de España si la matemática parlamentaria lo facilita. Solo, pues, desde una política del 'cuanto peor, mejor' pueden los partidos independentistas facilitar indirectamente una alternativa de la derecha.

Las medidas que anuncian el PP y Cs para Catalunya Las medidas que anuncian el PP y Cs para Catalunyadifieren en los plazos pero muy poco en la contundencia. Ambos partidos coinciden en prohibir determinados indultos y en aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución ampliado a muchas más materias –Mossos d’Esquadra, TV-3,  educación, finanzas-, aunque Cs propone un pacto sobre tiempo, plazo y competencias, mientras que el PP no fija plazos, extiende la intervención a las instituciones penitenciarias, aboga por la penalización de los referéndums ilegales y reclama la ilegalización de partidos y asociaciones independentistas así como cortar su financiación. Vox está de acuerdo, por supuesto, con todas estas iniciativas, hasta la suspensión total de la autonomía, mientras insiste en la presentación de querellas en los tribunales contra cualquier actuación que considere delictiva. El partido ultra es el que ejerce ahora la acusación en el Tribunal Supremo. Si Sánchez fracasa, toda esta batería de medidas es lo que le espera a un independentismo que está jugando con fuego.