Al contado

El sol es de todos

El autoconsumo puede abrirse camino si la Administración no se pliega de nuevo al grito de "Esto hay que regularlo" de los oligopolios que ven peligrar su negocio

Instalación de placas fotovoltaicas.

Instalación de placas fotovoltaicas. / ARCHIVO / JOAN PUIG

Agustí Sala

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Como el agua o el aire, el sol es de todos. O debería serlo. La regulación que puso en marcha en el 2015 el Gobierno del PP obligaba a pagar un peaje por la posiblidad de usar las redes, aunque se produjera uno mismo la energía. Era el conocido como 'impuesto al sol' que, desde el sector energético justificaban como una contribución solidaria al sostenimiento de la red general, aunque en realidad era una barrera para evitar la democratización de la energía.

Tal como prometió, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aprobó la abolición de ese gravamen. Con esa decisión, vista con extremado recelo por las eléctricas y con entusiasmo por parte de los productores y defensores de las energías renovables y los sistemas energéticos descentralizados, el autoconsumo se puede empezar a abrir camino.

Ya era hora de que sucediera. ¿Qué sentido tiene que haya más potencia solar instalada en países con muchas menos horas de irradiación que España? La capacidad instalada alemana es casi ocho veces mayor que la española; la italiana, más del triple; y la británica, más del doble. Un auténtico sinsentido y un penoso ejemplo de ineficiencia en favor de los oligopolios y en contra de los intereses generales.   

Es evidente que la falta de empuje de esta energía en España no era debida al clima sino a las distintas trabas introducidas para evitar la popularización de una fuente energética abundante, limpia y no muy cara. Como afirmaba el experto en energía, Jorge Morales de Labra, "en Alemania compran luz fabricada con sol a menos de 40 euros y con viento, a 50. En España, un mercado eléctrico a 70 euros está ahogando a familias y empresas. Nuestros políticos deberían centrarse en allanar el terreno a las energías renovables para abaratar la luz".

Parece que el cambio ha empezado con las medidas decididas del Gobierno para potenciar el autoconsumo. Entre ellas destacan la simplicación de los trámites burocráticos y técnicos requeridos, así como el derecho al autoconsumo compartido. La ministra Ribera recordó en su día que el 65% de los españoles vive en régimen de covecindad, lo que supone una buena perspectiva. Comercializadoras como la catalana Holaluz empezaron el año pasadoHolaluz  a fomentar esta actividad tras una sentencia del Tribunal Constitucional que la avalaba. Siempre avanzando en la propagación de las energías renovablers a golpe de pleitos y denuncias.  

Ahora, tras la derogación del 'impuesto al sol', es la cadena sueca Ikea la que ha decidido sumar sus hípers en España a la lista de países en los que vende paneles fotovoltaicos paneles fotovoltaicos. Con ello puede producirse el gran salto, siempre que en la Administración no se plieguen, como ha sucedido hasta ahora, a las demandas de los oligopolios que gritan: "Esto hay que regularlo" cuando ven peligrar su negocio.