Tú y yo somos tres

Fervor religioso en la noche electoral

Tu y yo somos tres. Por Ferran Monegal. Fervor religioso en la noche electoral

Un virtuoso ciudadano en la sede de ERC. /

Ferran Monegal

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Una de las estampas más hermosas, más piadosas, más virtuosas de la noche electoral nos la ofreció TV-3, cuando los analistas de plató debatían en el momento en que el recuento de votos estaba en el 18,1% escrutado. Abrieron una ventana en pantalla ofreciéndonos cómo se estaba viviendo la jornada en la sede de ERC. Y apareció un ciudadano en la sala central de ERC con aspecto compungido. Miraba hacia algún lugar donde seguramente había una pantalla que iba ofreciendo el escrutinio.

Parecía acongojado. Aunque no estaba llorando, sus ojos tenían una pátina de acuosa humedad. Se movía con un cierto aire desnortado. Nervioso. Destemplado. Y de pronto juntaba las manos como cuando estás en la iglesia, frente al sagrario, y te pones a rezar. ¡Ah! Qué misticismo el de este buen ciudadano. Qué recogimiento. Qué fervor.

Estaba en la sede de su venerada ERC y miraba la pantalla de los datos como si estuviera en la Misa del Gallo. No se arrodilló de milagro. Pero en su semblante había fe. ¡Ahh! La estampa de este honesto ciudadano retrata perfectamente ese punto de fusión que han provocado en el alma de una buena parte de la sociedad catalana: la política transformada en religiosidad. Llegados a este punto solo me cabe exclamar: ¡Que Déu hi faci més que nosaltres! (¡Que Dios haga más que nosotros!)

CUNÍ REGRESÓ A TV-3

Es noticia que Josep Cuní haya regresado a TV-3 después de una ausencia tan larga. Le vimos, un ratito, como opinador en la mesa de debate de la noche electoral. ¡Ah! Qué humildad la de Cuní: ha regresado a la que fue su casa, en la que protagonizó como moderador -y como estrella- tantos debates, pero ahora en el papel de modesto tertuliano. ¡Ah! Nuestra frágil profesión navega en un tremendo vaivén existencial. "La vie est ondoyant" (la vida es ondulante) escribió Montaigne en sus Ensayos. La del periodista, más.

NERVIOSISMO EN TVE

Y mientras en Bruselas Puigdemont clamaba con voz tronante: "¡La República catalana ha ganado a la monarquía del 155! (...) ¡El Estado español ha sido derrotado! (...) ¡Rajoy se ha hundido en Catalunya!", en TVE-1, seguramente aterrados, partieron en dos la pantalla, incrustando a Pablo Casado (PP) a su lado para contrarrestarle. ¡Ah! Quizá pretendían que pareciese, sin serlo, un debate Puigdemont-Casado en la distancia.