Dos miradas

Vía parenteral

No tener en cuenta la etimología puede abocar al ridículo a las convicciones políticamente correctas

BARCELONA PLENO

BARCELONA PLENO / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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La administración por vía parenteral implica una inyección que introduce un medicamento, un analgésico, por ejemplo, en el cuerpo humano. A partir de ahora, a esta vía quizá tendremos que llamarla 'marenteral', si el paciente es una mujer. Esto se deduce de uno de los últimos acuerdos de la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, del 6 de octubre, en que se aprueba la creación de un «fondo extraordinario de ayudas para familias monomarentales y monoparentales con ingresos bajos». La ignorancia es enorme, porque no tiene en cuenta una etimología que justamente se gira en contra de las convicciones políticamente correctas hasta abocarlas al ridículo. 'Parent' proviene del latín 'parens', derivado de 'parere', que significa engendrar. Es decir, parental no hace referencia al padre sino al engendramiento, una acción que, de manera habitual es cosa de dos. Y 'marentales' no quiere decir nada. Nada.

Los síntomas de la enfermedad, sin embargo, no vienen de ahora, aunque es ahora cuando se han hecho más evidentes. El Ayuntamiento de Reus ya creó en el 2011, con alcalde convergente, un servicio de atención a familias monomarentales y monoparentales, lo cual nos indica que el pecado no es atribuible a la fijación de los comunes o de los cuperos sino que la morbosidad afecta a los unos y a los otros y a los demás. Esta infección, que se va extendiendo, quizá no la curaremos ni con una dosis de caballo de racionalidad. Por vía parenteral, claro, intravenosa o intramuscular.