Análisis

«Libre, libre, Siria libre»

MARTA LÓPEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Era la mañana el 15 de marzo del 2011. El equipo de TVE que cubría la visita a Siria de la entonces ministra de Exteriores Trinidad Jiménez pudo captar en las afueras de la mezquita de los omeyas en Damasco a aquel grupito compuesto por apenas unas decenas de personas que desplegaban pancartas y osaban gritar «Libre, libre, Siria libre». «También aquí», comentamos en corrillo el resto de periodistas cuando los compañeros nos pasaron aquellas imágenes. La primavera que ya había tumbado a los gobiernos egipcio y tunecino y estaba a punto de dar inicio a una intervención internacional contra Gadafi en Libia, llegaba también tímidamente a Siria, el más represivo y policial de los regímenes de Oriente Próximo.

En los días que siguieron, los valientes fueron más: cientos, miles. En Damasco, en Homs, en Banias, en Deraa.... La revuelta pacífica contra Bashar el Asad se extendía por el país. Y el régimen la aplastaba a sangre y fuego. Con francotiradores en las calles y en los tejados. Lo veíamos en los vídeos caseros de Youtube, en las fotografías tomadas con móviles que burlaban el cerco informativo impuesto a cal y canto por el régimen. Pero los sirios nunca dejaron de salir a las calles. Y los dejamos solos. Nosotros, callados.

Mirando al otro lado

Hasta que la revuelta dejó de ser pacífica. Los manifestantes se armaron. Se organizaron Y aquel levantamiento armado derivó en una guerra civil tremendamente desigual. Se mataban moscas a cañonazos. Y seguimos callando. Pero otros llenaron ese vacío y les ayudaron. Al Qaeda les proporcionó armas, combatientes y formación. Hasta que estalló la guerra dentro de la guerra.

En estos días de marzo, Siria encara su cuarto año de guerra con un sufrimiento insoportable. Los muertos, heridos y refugiados nos sitúan en uno de los peores dramas humanos de las últimas décadas. Y aquí seguimos, callados. No sabemos qué decir. Mucho menos qué hacer.