El sueño español

"El mensaje de un Gobierno o partido no solo debe ser sencillo y atractivo, debe tener anclajes en la realidad para que la gente lo perciba como creíble"

Xi JInping.

Xi JInping.

VERÓNICA FUMANAL

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El presidente de ChinaXi Jinping, ha lanzado una campaña institucional bajo el lema 'El sueño chino' con un mensaje que bascula entre la prosperidad e igualdad económica de sus ciudadanos y los valores que deben guiar el país. Esta campaña está presente de forma muy intensiva en calles y medios de comunicación, una manera de continuar impregnando a la opinión pública con el eslogan que condujo su discurso de clausura en la Asamblea Popular Nacional que llevó a Xi Jinping a la presidencia del gigante asiático.

El sueño chino tiene un claro precedente que de algún modo lo habrá inspirado, el sueño americano. Significados diferentes en dos sociedades absolutamente antagónicas, pero con un mensaje de fondo de orgullo de país, hacedor de patriotas.

Precisamente, este mensaje es el que se está planteando transmitir el gobierno de España para intentar paliar los diferentes frentes que tiene abiertos. Una campaña que ponga en valor, de manera tranquila y positiva, el hecho de ser español. Este esfuerzo comunicativo no lo deberíamos poner solo en relación con la ofensiva soberanista, pues otros problemas acosan a la administración Rajoy: la deslegitimación de las instituciones públicas, entre ellas, unos partidos políticos salpicados por casos de corrupción política; una crisis económica que ha hundido la esperanza de los españoles de progresar en el futuro... son solo algunos ejemplos de un país que ha dejado de dar motivos a sus ciudadanos para sentir orgullo patrio.

Pero las campañas institucionales y la comunicación no hacen milagros. El mensaje de un Gobierno o partido no solo debe ser sencillo y atractivo, debe tener anclajes en la realidad para que la gente lo perciba como creíble. Por ello, una campaña institucional que no vaya acompañada de las reformas que este país reclama no dejará de ser otra cortina de humo que ya no engaña a unos ciudadanos incrédulos y agotados.

El sueño americano, el sueño chino... dos modelos económicos y sociales opuestos con un mismo mensaje ¿podrá España tener su sueño y salir por fin de la pesadilla?