El recurso del perdón

Últimamente en el ámbito público el hecho depedir perdón (y esperar ser perdonado) ha pasado a ser casi un clásico. El cristianismo ve en la figura del perdón incondicional de la ofensa recibida un acto de amor... pero ¿este concepto cristiano se puede aplicar a lagestión pública? ¿Al delito?

Un cantante de Alcoy (no el que todas y todos pueden imaginar en este contexto político), Camil Blanes --de nombre artístico Camilo Sesto--, en una de sus canciones más famosas dice:

"Perdóname

si pido más de lo que puedo dar

si grito cuando yo debo callar

si huyo cuando tú me necesitas más".

El perdón se aplica, normalmente, a situaciones del ámbito privado: la pareja, la familia, la vecindad ... y aquí tiene el sentido de ofensa y, por tanto, el de perdón.

Pedir perdón y ser rehabilitado a los ojos de la otra persona es una necesidad íntima, de hecho, perdonar y ser perdonado produce una tranquilidad que no exculpa pero asume el dolor producido y lo olvida. En cuanto a los asuntos públicos, ¿es posible aplicar el perdón?

¿Si la Agencia Tributaria persigue el fraude pero después perdona y no aplica sanción es admisible? ¿Si la justicia después de que un delincuente demostrado no aplica sanción y lo perdona es realmente justo? ¿Se pueden aplicar diferentes niveles de perdón según la cuenta bancaria, según la clase social?

Aquí quiero recoger algunos ejemplos de mala gestión pública o claros indicios de delito donde se pide perdón y, entiendo, que no se puede olvidar la ofensa y, en cambio, se exige el olvido.

Yolanda Barcina, Presidenta de Navarra y miembro de UPN implicada en un escándalo de cobro de dietas,declaró:

"Durante el año y poco que duró la situación no fuimos conscientes, nos fuimos dejando unos por otros, pero cuando tomé (sic) asumí el error, pedí perdón y devolví lo que cobré, mientras que otros no lo han hecho".

Juan Carlos de Borbón fue descubierto (porque sufrió un accidente en el que se rompió la cadera) cazando elefantes en Botswana, con su amante, y financiado por dinero público. Tambiénpidió perdón a la ciudadanía:

"Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir".

Últimamente elministro de Hacienda del Estado españolha pedido perdón por el error cometido por la Agencia Tributaria en el caso de las propiedades de la infanta Elena respecto al escándalo del caso Noos.

"Ya he pedido perdón a los españoles y a la Casa Real. Los errores son los errores, que nadie vea intenciones en los errores cometidos".

Hecho este breve repaso... ¿es el perdón la manera de subsanar los errores de la mala gestión pública? ¿De losdelitosde guante blanco? ¿Se aplica el mismo criterio de perdón a quienes tienen pequeños errores en su declaración de hacienda que hace variar en decenas, o tan sólo cientos, de euros su resultado? ¿Se perdona igual a los que defraudan esas cantidades que a los que cometen fraude fiscal de millones de euros y los tienen enparaísos fiscales? ¿Debemos perdonar la sociedad?

Si realmente debemos aplicar el perdón en la mala gestión deberemos dotarnos de normas que recojan esta figura socioreligiosa, que no legislativa, en nuestros códigos de justicia, en nuestras leyes, y lo hagan, claro, de formaequitativay no discriminatoria... ¿o quizás el perdón, en lo público, sólo es admisible para algunos?

Aquí podemos encontrar los datos sobre los indultos que han provocado más polémica.El indultómetro que nos puede ayudar a analizar el verdadero papel del perdón en lo público.