'Vale, vale, vale': atrevido juego teatral

Hacer de la necesidad virtud. A ese conocido dicho parece haberse acogido la compañía Incautas Project en su espectáculo, 'Vale Vale Vale'. Bajo ese título se esconde una propuesta teatral con dos intérpretes, más una colaboradora como maestra de ceremonias, que huye de la convención y apuesta de forma indisimulada por nuevas ópticas dramatúrgicas que escapan de cualquier linealidad y que piden la complicidad y participación del espectador.

La propuesta nace de un arranque de aquellos que consiguen atrapar. Dos actrices (Cintia Ballbé y Ginebra Vall) se encuentran en una doble encrucijada. En primer lugar, en pleno proceso de creación reciben la negativa de los dueños de los derechos de autor de la obra que iban a representar, con el compromiso ya cerrado de programación en la sala. Y la segunda contrariedad -y no menos relevante- es que han llegado a otro callejón sin salida.

No se entienden porque hablan dos idiomas teatrales opuestos. Tras esa negativa de los derechos, Cintia prefiere montar una comedia romántica al uso, sobre dejadas y dejadoras, a partir de la experiencia directa que han vivido ambas. Ginebra, por contra, defiende una propuesta mucho más radical alrededor de la vida de una mujer anónima. Lo hace a partir del uso de una 'webcam' con fotografías y de la proyección de objetos. Se explica sin palabras, lo que impulsa que cada espectador elabore su propia historia del personaje.

500 palabras

En la disputa interviene una mediadora (Mariona Ibáñez) que, en un ejercicio de coaching, les propone un juego para que cada una exponga sus argumentos. Ya se lo han dicho todo -les explica- y no han llegado a ningún punto de encuentro. Tienen cada una 500 palabras para exponer sus argumentos. Lo harán con el apoyo de un espectador en cada equipo que ejercerá de contador. Tras el juego, no cesan las sorpresas del montaje ya que ambas empiezan a desmadejar cómo han llegado hasta ahí. Y tampoco faltará un insólito final propio del género fantástico o de la ciencia ficción.

Queda claro que 'Vale Vale Vale', además de ser un juego alrededor de las máscaras del lenguaje, transita por un heterogéneo camino escénico. La etiqueta de escena híbrida está más que justificada. Las ramificaciones son tantas y tan variadas en la dramaturgia de Alejo Levis que se corre el riesgo de que el espectador se pierda en el laberinto,  que se pregunte dónde le quieren llevar, o que incluso se aleje de la propuesta. Contribuye que el irregular ritmo del día del estreno seguro que quedará más apuntalado con el paso de las funciones.

El entusiasmo y la naturalidad con la que actúan Cintia Ballbé y Ginebra Vall van a favor de una obra que también juega con la idea de que todo parezca algo improvisado, de que resulte muy espontáneo. Y es que la compañía Incautas Project ha hecho honor a su nombre con un estreno que sale de norma y de rutas trilladas, por lo que supone un salto de alto riesgo. Y es que ya lo dice Mariona Ibáñez antes de arrancar: "Esto no es una obra de teatro".

Sí es, sin ninguna duda, una buena carta de presentación de una nueva compañía que merece el pulgar arriba por las grandes intenciones que se expresan, aunque el disperso resultado final pueda no estar a la misma altura.