ECHAR RAÍCES

La encina de Can Massanet, en Vilafant

El árbol y la fuente aledaña, hoy tapiada, eran antiguamente un lugar de reunión de los vecinos

encina vilafant can massanet

encina vilafant can massanet / periodico

ANTONIO MADRIDEJOS

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La encina de Can Massanet ha vivido durante más de 200 años unida a la fuente de la que toma el nombre, que sin duda le ha aportado el agua necesaria para alcanzar las grandes dimensiones que exhibe actualmente, con un perímetro de tronco de 3,61 metros a la altura del pecho (1.30 m) y unos 20 metros de altura. Sin embargo, más que «unida a la fuente», sería más preciso decir «abrazada», puesto que las raíces de este noble ejemplar crecen sobre la estructura hasta prácticamente sepultarla. Los caños se tapiaron hace unos años porque se consideró que la fuente había dejado de ser potable, pero durante muchas décadas fue un lugar ideal para refrescarse con sus aguas. Yaún hoy, con el acondicionamiento de un sendero junto al río Manol, es un lugar muy agradable para visitar.

Como explica la web del Arxiu Digital de Vilafant, la fuente reunía antiguamente a los vecinos, «que venían a merendar o pasar la tarde» bajo la sombra de la encina. Era tan popular que hasta se le dedicó una sardana, e incluso Salvador Dalí vino a propósito en varias ocasiones con su Cadillac. Fue declarado árbol monumental de Catalunya en 1991.

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