Marala y su vídeo 'Estic antiquà': "Pavos, espabilad un poco"

Se abrieron paso brindando sus refinadas polifonías a repertorios de inspiración tradicional, con su halo místico y todo, pero Marala se está transformando en otra cosa. No solo porque ellas añadan ahora capas electrónicas a su música, sino por el sano y fortalecedor desmadre que apuntan sus nuevas creaciones: esa rampante ‘Estic antiquà’, auténtico ‘hit’ (si no lo es ya, lo tiene todo para serlo), en el que se desquitan (con humor) de sus, al parecer, lamentables experiencias con el género masculino. 

Marala es un triángulo de tres cantantes, instrumentistas y compositoras: Selma Bruna, catalana de Sant Cugat; Clara Fiol, mallorquina de Palma, y Sandra Monfort, valenciana de Pedreguer. Cada una de ellas tiene su propio proyecto discográfico y en Marala se confabularon para “picar un poco la parte más carca y casposa de la música tradicional, la que se percibe como algo estático y rígido”, explica Bruna. Aun teniendo en cuenta el legado popular, lo suyo es la creación propia, y en su segundo y por ahora último álbum, ‘Jota de morir’ (lanzado en otoño de 2022), comenzaron a deslizar pistas de una vistosa evolución musical: oigan los graves disruptivos que envuelven el tema ‘Disimula’. “Nos apetece más ir a un territorio gamberro y festivalero que seguir en la línea más solemne”.

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Novias y novios

Tras aquel disco, llega ‘Estic antiquà’, la avanzadilla de algo que está todavía en construcción y que se aventura más desmelenado (“estripat”, dicen). Ahí las tenemos, vacilándonos con una actitud que mezcla del apego a la raíz y el suspiro por la modernidad más rompedora. “Soc la més xula de l’Horta, la més ‘trendy’ del bancal…”, dice la letra. “Estamos entre ambos mundos, sin estar al 100% en ninguno de los dos”, observa Clara Fiol. La protagonista del tema habla de su amiga Maria, que “té una nòvia que és ben guapa i ben salà”, y a la que mira con cierta envidia. “A mi m’agraden els homes / però no me’ls puc tragar”.

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En las rimas resuena la tradición, a la que ellas suman un “punto irónico” con ese mensaje de “quiero ser lesbiana, porque los hombres me parecen unos desgraciados, pero no me sale”, explica Fiol. Bien, quedamos en que manda la lectura caricaturesca, ¿verdad? “¡Totalmente!”, ríen las tres. “Y si no queda claro, en el video ya no hay duda”. Menudo papelón, el de Panxo, de Zoo, que irrumpe haciendo de voz de una conciencia cafre masculina: “Té la casa que sembla una quadra / Pots de cervesa, caixes de pizza / Vols madurar o eres tonto en conserva?”. 

Ese mercado hetero

Le agradecen a Panxo la buena disposición. “Dice mucho de él que se atreviese a hacer este papel”, reconoce Clara Fiol, mientras Sandra Monfort añade el apunte autobiográfico. “El vídeo pinta el panorama de los tíos heteros que nos hemos ido encontrando. Es como: ‘pavos, espabilad un poco, que, si no, nos haremos lesbianas y os quedaréis ahí con el moquito colgando’. Teníamos ganas de decirlo”. Como conclusión, las apaciguadoras palabras de Clara Fiol. “Después de todo, podemos bromear con todo esto porque lo tenemos claro y lo hemos superado. Igual que Panxo se ríe de los señores, nosotras también asumimos que nos enamoramos románticamente, aunque no queramos”.

La puesta de largo de esta mutación de Marala será este viernes en La Paloma (Festival Mil·lenni), donde el trío estrenará un espectáculo en el que las canciones de ‘Jota de morir’ se cruzarán con otras nuevas. Habrá guitarras eléctricas y españolas, y pandero cuadrado, y sintetizadores, y ‘samplers’… “Con una parte juguetona y otra más íntima, de reflexión. Sería extraño mostrar solo un perfil de lo que somos”, cavila Clara Fiol. Las acompañarán en escena Maria Hein y Tarta Relena. Y en julio estarán en el Cruïlla. “No tenemos miedo al cambio. Que caiga lo que tenga que caer”.