Entrevista

J. A. Bayona: “En los últimos tres minutos de tu vida solo vale la verdad”

'La sociedad de la nieve' pasa la primera criba en la carrera de los Oscar en cuatro categorías

Crítica de 'La sociedad de la nieve' de J.A. Bayona: los que sobrevivieron y los que murieron

El director de cine J. A. Bayona.

El director de cine J. A. Bayona. / AP Photo/Ashley Landis

Dídac Peyret

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J. A. Bayona (48 años, Barcelona) aparece con un ligero retraso en uno de esos locales del Eixample barcelonés donde los guiris se apilan para hacer un brunch. Hoy el sitio está extrañamente semivacío, y al entrar, pasa desapercibido. Saluda brevemente y se pone en manos del fotógrafo con cortesía protocolaria. El director del momento del cine español se deja hacer y solo pide comprobar una de las fotos porque, se excusa, “no he tenido tiempo de peinarme”. Ya sentados para empezar la entrevista, toda su atención se dirige a un libro que está encima de la mesa con imágenes del rodaje de su última película. Son unos minutos en los que, definitivamente, está absorto y el resto –algo incómodos en la espera– somos espectadores de su burbuja, que desde hace meses es la ‘La sociedad de la nieve’, que este jueves llega a Netflix.

Son poco más de las diez de la mañana y Bayona rompe el silencio con una petición irrelevante para todos menos para su hermano gemelo, el más expansivo de los dos. “Se ha pedido un café”, lamenta Carlos en voz alta. Bayona reconoce con la boca pequeña que ha vuelto al café porque está durmiendo poco. Lleva unos días que no se encuentra del todo fino, pero además sigue combinando la promoción en España con la internacional. “Cuando duermo peor es cuando no estoy rodando porque se junta trabajo con ocio. Ayer me fui a dormir tarde porque me quedé viendo una película en mi casa”. La película de la que habla es ‘Maestro’ de Bradley Cooper, que también está en todas las quinielas para los Oscars. 

‘La sociedad de la nieve’ ha sido preseleccionada en cuatro apartados (mejor filme internacional, mejor música original, mejores efectos visuales y mejor maquillaje y peluquería) y Bayona es el primero en apretar para que no se diluya el hype. “Es la única persona que conozco que vive la promoción con la misma intensidad que un rodaje”, apunta una persona de su equipo. Y eso es decir mucho, porque Bayona se metió tanto en la historia de los supervivientes del accidente en los Andes de 1972 que antes de rodar durmió en una tienda de campaña en el mismo lugar donde se estrelló el avión.

“En los rodajes lo paso fatal y a la vez se me pasan muy rápido”, reconoce. “O sea, realmente es lo mío; es donde yo fluyo. Muchas veces estar en el set es horrible porque las cosas no salen pero es lo que me gusta. Porque la gran recompensa es cuando al final encuentras lo que buscas”. Las personas consultadas para este reportaje que participaron en la película recuerdan el trabajo como un proyecto “con bastante presión para que se cumplieran los plazos” y a Bayona como “un director muy exigente con una idea muy clara de lo que quiere”. 

El superviviente de la tragedia de los Andes Gustavo Zerbino, J. A. Bayona, el escritor Pablo Vierci (autor de 'La sociedad de la nieve') y el actor Enzo Vogrincic.

El superviviente de la tragedia de los Andes Gustavo Zerbino, J. A. Bayona, el escritor Pablo Vierci (autor de 'La sociedad de la nieve') y el actor Enzo Vogrincic. / AP Photo/Ashley Landis

Ahora el director, que ya sabe que también cuenta con una nominación a los Globos de Oro, celebra cada reacción positiva que le llega de la película, que se estrena en Netflix el 4 de enero. “Solo recibo cosas buenas”, insiste mientras hace scrolling con el móvil para mostrarme menciones de la buena acogida en el cine. La escena se alarga mientras crece su entusiasmo. “Creo que muchos espectadores se pueden sentir identificados con la crueldad que sufrió esa gente porque todos hemos pasado por momentos donde sentimos que la vida se está cebando con nosotros. Y ellos fueron un ejemplo de resiliencia y de colaboración”.

Bayona quiere que su película emocione al máximo de gente pero reivindica que, no por eso, su cine es menos honesto. “Lo fácil era tirar de la épica del héroe pero para mí la autenticidad era el objetivo. Mi manera de pensar en el público es que les llegue y entiendan lo que quiero contar. Se ven muchas películas donde el director quiere contar algo pero el público no lo entiende, ¿sabes? Y por ahí es donde yo defiendo un cine accesible”. 

Bayona lo ha reconocido en más de una ocasión: creció en una familia donde no se hablaba de sentimientos (había otras prioridades, como llegar a fin de mes) y encontró en el cine un espacio para hacerlo. Su última película, me asegura, le ha ayudado a mostrarse más sincero con sus emociones, así que le invito a responder un cuestionario atípico. Uno que incluye preguntas del cuestionario Proust (un test pensado para revelar la verdadera naturaleza de cada individuo) y de la entrevista que se hizo Capote a sí mismo a modo de autorretrato en 1972. 

“Perfecto, pero yo soy más de Capote” avisa Bayona.

El principal rasgo de tu carácter…

Soy Tauro. Te diría la tenacidad pero no quiero que suene arrogante. ¿Tozudez? Perseverancia más que tenacidad. Porque tenacidad parece que me esté echando flores.

Tu estado de ánimo más común…

Inquieto. 

Tu mayor miedo….

La muerte.

Un rasgo que no soportes de ti mismo…

¿Qué no me gusta de mí? [Se lo pregunta mientras mira a su hermano]. No me gusta el hacerme de menos ¿cómo dirías eso? No, mira: No soporto de mí la falta de paciencia.

Tú idea de la felicidad perfecta…

Estar en una sala de cine viendo una película que me guste. O sea perder la noción del tiempo porque estás en tu salsa. Eso me pasa cuando estoy rodando. Un día de rodaje me da la sensación de que me dura 10 minutos porque se me pasa volando. Es cuando siento que estoy fluyendo. 

Una virtud sobrevalorada…

La belleza. No es ningún mérito porque te viene dada. Cuando Brad Pitt cumplió 60 años todo el mundo decía es muy guapo, pero no tiene muchísimo mérito. Si a caso será de sus padres. Yo admiro la belleza como ente pero no como virtud. 

Algo que valores mucho en los demás…

La honestidad. El tener un diálogo honesto. Cuando trabajas en cine se valora mucho. El cine es una actitud continua de supervivencia y ahí mentir, o intentar buscar atajos, siempre es mal asunto. Como decía Guillermo del Toro: vivimos todos para los tres últimos minutos de vida y ahí lo que vale es la verdad.

Si tuvieras que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás, ¿cuál elegirías? 

¡Hostia qué difícil! En una sala de cine donde constantemente se pasaran películas… aunque me acabaría cortando las venas. La vida es cambio. Si no hay cambio, uno se vuelve loco. Pero una sesión continua de cine no me parece mal. 

¿Prefieres los animales a la gente?

No. A mí me molesta mucho cómo se humaniza a los animales y se deshumaniza a las personas. Los pobres animales no tienen culpa, pero me parece uno de los peores males de la sociedad en la que vivimos. Están las redes sociales llenas de perros actuando como personas y luego las personas se están muriendo en una guerra y no atendemos a esas imágenes. 

¿Te consideras una persona cruel?

No. Del 1 al 10… un 3. No soy perfecto y de hecho muchas veces te encuentras viendo la televisión desde casa y hay un momento donde ya estás insensibilizado con lo que ves. Y eso también es una forma de crueldad. 

¿Alguna vez has querido matar a alguien?

No. ¿Alguna vez he deseado que alguien se muera? Lo puedo haber pensado un par de segundos y después se me pasa. Pero bueno: sí, hay gente malvada en el mundo que lo puedes pensar y decirte tú: ojalá, ¿no? Dices: mala hierba nunca muere, que es una manera inconsciente de desear la muerte del otro.

¿Qué cualidades buscas en los amigos?

La diversión. En los amigos el reír es fundamental y la capacidad de escuchar; que puedas hablar. Yo lo que más admiro sin duda de la gente en general es el poder aprender. Ayer estuve con David Trueba y al final le terminé pidiendo el teléfono porque le dije: tengo que pasar más tiempo contigo, David. Porque no paro de aprender y es adictivo. Es que esa familia es increíble. Fernando, que somos muy amigos, igual. 

¿Te consideras una persona sincera?

[Se lo piensa]. Cada vez más. Esta película me ha ayudado mucho en este sentido. Si algo me ha cambiado esta película es a abrirme más a los demás. Mostrar más mi vulnerabilidad. Me lo decía un amigo que es psicólogo. Uno de mis grandes fuertes es reconocer mi vulnerabilidad. Y es verdad: el cine es una cuestión de supervivencia y las mentiras son un callejón sin salida. No ayudan a sobrevivir.

¿Qué te escandaliza, si es que hay algo que aún te escandalice?

La maldad. Es un poco obvio, pero gente que actúe mal a consciencia. Eso no me cabe en la cabeza y me enfurece.

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