Crítica

Thielemann, estrella del Concierto de Año Nuevo en Viena

Christian Thielemann dirige a la Filarmónica de Viena en el Concierto de Año Nuevo en el Musikverein.

Christian Thielemann dirige a la Filarmónica de Viena en el Concierto de Año Nuevo en el Musikverein. / EFE / FILARMÓNICA DE VIENA / DIETER NAGL

Pablo Meléndez-Haddad

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Un año más se cumple el rito, comenzar el nuevo año con música de fondo, la del Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. Esta vez regresó con todo su poderío al podio de la Sala Dorada del Musikverein el gran director alemán Christian Thielemann, protagonista de excepción por segunda vez de esta popular iniciativa cultural.

El maestro alemán, uno de los más importantes de su generación, elevó el repertorio a cotas mayúsculas con su prodigiosa batuta; definitivamente fue la estrella de una velada que, pese al paso de los años y a lo reiterativo del programa –los famosos valses, polcas y fragmentos de opereta sobre todo de la familia Strauss–, seguro que ha vuelto a batir récords de audiencia, la cual estaba estimada en unos 55 millones de espectadores solo en el continente europeo. Teniendo en cuenta que se han colgado de la señal de la televisión austríaca ORF unos 90 países la cifra será descomunal para esta iniciativa en coproducción con la Unión Europea de Radio-Televisión. Y es que esta cita imprescindible desde 1941 cada 1 de enero –aunque en 1939 lo instauró el régimen nazi– se convierte siempre el líder de audiencia. En España la cobertura es sorprendente: se ha retransmitido en directo por TVE1 y por RNE Radio Clásica, contando con los instructivos comentarios del periodista Martín Llade, aunque con algún percance técnico.

Perfecta comunión

Como es costumbre, la sala principal de la Sociedad Musical de Viena –el famoso Musikverein– se llenó de melómanos millonarios (como se sabe, las entradas alcanzan cifras que sobrepasan los 1.000 euros) ante un Thielemann grandioso, en perfecta comunión con una Filarmónica vienesa en estado de gracia. El actual titular de la Ópera de Dresde, que a partir de septiembre de 2024 reemplazará a Daniel Barenboim en la dirección musical de la Staatsoper Unter den Linden de Berlín, se movió como pez en el agua entre las piezas de Johann Strauss padre y de sus hijos Johann, Josef y Eduard, y el hijo de éste, Johann Strauss III. En el espectáculo televisivo se unió una vez más el Wiener Staatsballett, con coreografías de Davide Bombana ofrecidas en directo en el mismo Musikverein y en otros espacios y jardines de Viena. A la saga Strauss se unieron autores mucho menos difundidos, como Karl Komzák, Joseph Hellmesberger hijo, Carl Michael Ziehrer, Hans Christian Lumbye y del gran sinfonista Anton Bruckner. A este último, que debutaba en este programa al celebrarse su bicentenario, se le dedicó el entreacto en la retransmisión con un sentido homenaje a su música inmortal. Y el concierto se coronó como es tradicional, con las tres propinas, incluyendo 'El Danubio azul' y la 'Marcha Radetzky'.

Al final de la retransmisión se ha anunciado que Riccardo Muti llevará la batuta en la edición 2025.

A pesar de su popularidad, este año el famoso concierto ha contado con el boicot de muchos melómanos que se han solidarizado con las directoras de orquesta. Todo ello debido a un comentario sin el más mínimo fundamento artístico del presidente de los filarmónicos, Daniel Froschauer, que en 2022 afirmó en la rueda de Prensa previa al concierto que, tras 83 ediciones siempre con un hombre al mando, solo podrá ser dirigido por una mujer “cuando llegue el momento”, argumentando que para llevar la batuta en esta cita se requiere de “un artista consagrado”, pero, sobre todo, de alguien “con mucha experiencia con nuestra orquesta. Cuando tenemos una relación artística de unos diez años, normalmente los invitamos al Concierto de Año Nuevo”, aseguró.