Jordi Puntí, Premi Sant Jordi gracias al inmortal músico y fabulador Xavier Cugat

Al grito de 'larga vida a la literatura' y lanzando al aire un puñado de confeti que se ha sacado del bolsillo, como el que encontró en su chaqueta tras volver de una noche de fiesta y le hizo pensar que eran "las migajas de la felicidad de ayer ante el incierto mañana", ha celebrado Jordi Puntí este martes, sobre el escenario del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), conseguir el 64º Premi Sant Jordi de Novela, uno de los más prestigiosos de las letras catalanas, durante la tradicional gala literaria de la Nit de Santa Llúcia-Festa Òmnium de les Lletres Catalanes. El motivo quedaba claro: ‘Confeti’ es el título de la novela premiada, en la que convierte en personaje literario la figura real de Xavier Cugat, con la leyenda que acompañó al popular músico catalán, siempre rodeado de chihuahuas y casado con jóvenes y bellas mujeres, en orquestas de Nueva York, Hollywood, la Habana o Barcelona, donde vivía en el Hotel Ritz. 

"No es una biografía, sino más bien la antítesis de una biografía, un homenaje a la ficción que gobierna nuestras vidas", recalca Puntí (Manlleu, 1967) sobre su segunda novela, 13 años después de la celebrada ‘Maletes perdudes’ (premios Lletra d’Or, Llibreter y Nacional de la Crítica). En 'Confeti', a Cugat, "un gran fabulador que quería ser un personaje", le ayuda en esa fabulación de su vida, "como en un juego de espejos", un narrador, periodista de espectáculos. 

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Salvoconducto

"Cugat nació el 1 de enero de 1900 y pensaba que viviría 100 años, creía que era inmortal, algo que le daba un salvoconducto para ir por la vida haciendo lo que quisiera. Pero tenía muchos momentos de infelicidad y para superarla sentía la necesidad de construirse una vida de pantalla, como si fuera una película", considera Puntí sobre un Cugat para nada glorificado, que se casó cuatro veces, aunque dijera que fueron cinco, y que "disfrutaba del éxito y la felicidad". De ahí que ‘Confeti’ reflexione sobre hasta qué punto nos engañamos cuando queremos ser felices a cualquier precio.

La ganadora del Premi Sant Jordi, de los mejor dotados de las letras catalanas (60.000 euros), según el jurado, "es una obra exuberante, detallista y muy bien documentada y fabulada", que refleja el mundo del espectáculo y el ‘show business’ y retrata el siglo XX, con "sus dramas y turbulencias, pero también con la fantasía y la evolución" a través del periplo de Cugat, cuya familia se mudó a Cuba cuando tenía 5 años y, a Estados Unidos, cuanto tenía 15, señala Puntí, colaborador de EL PERIÓDICO, es autor de la ficción autobiográfica ‘Els castellans’, de cuentos como ‘Pell d’armadillo’ y ‘Això no és Amèrica’ o libros como ‘Todo Messi y más’, muestra de la otra gran pasión del autor junto a la literatura, el fútbol.  

Premi Rodoreda de cuentos

Durante la gala, con la presencia del presidente de Òmnium, Xavier Antich, del ‘president’, Pere Aragonès, y la ‘consellera’ de Cultura, Natàlia Garriga, se ha fallado también el 26º Premi Mercè Rodoreda de cuentos (dotado con 6.000 euros), que ha recaído en la actriz mallorquina Carme Serna (Palma, 1981) gracias a ‘Perdona’m per desitjar-ho tant’, unos relatos que reflejan el tema del abuso, la sexualidad y el dolor, protagonizados por mujeres fuertes que intentan salir del entorno hostil que las rodea, "que tienen un deseo enorme dentro, tanto como el que a mí me mueve a escribir", ha señalado la autora, muy fan de Rodoreda, pero también de Irene Solà y de los ‘Apegos feroces’ de Vivian Gornick, con un estilo que ella liga con el realismo mágico de García Márquez.

La poesía de Mireia Calafell

El Premi Carles Riba de poesía (dotado con 3.000 euros) ha sido para la barcelonesa Mireia Calafell (1980) con ‘Si una emergència’. Sus poemas, muy breves y sin signos de puntuación, según el jurado, "evitan la impostura y la retórica grandilocuente" dando un doble sentido a la palabra ‘emergencia’: por un lado la que pide una actuación inmediata y, por otro, el de la acción de emerger. La poeta, Premi Lletra d’Or 2014 por ‘Tantes mudes’, indaga en la idea del fin del mundo. La autora quiere imaginar que el mundo que se acaba es el "del cambio climático, la violencia machista, el auge de la extrema derecha o de los genocidios como el de Palestina" ypensar que del dolor puede surgir la luz. 

Infantil con Paf, el 'drac màgic'

Lluís Prats (Terrassa, 1966) es la tercera vez que gana el Josep M. Folch i Torres de literatura infantil (dotado con 4.000 euros). Lo ha hecho con ‘Wen i Long’, inspirado en la mítica canción ‘Paf era un drac màgic’, que cantaba cuando era niño, para esta historia de un dragón sabio que adopta una niña inocente. Juntos recorren la China legendaria en un viaje en el que el dragón emprende la misión de buscar una buena familia para la niña.

El Joaquim Ruyra de juvenil (dotado con 6.000 euros) lo ha ganado la filóloga Raquel Casas (Vilanova i la Geltrú, 1974) con ‘Ferida’, su estreno en la narrativa para jóvenes. Una novela, según el jurado, "inteligente y mordaz sobre el lado menos luminoso de la adolescencia y sobre el poder curativo de la literatura", protagonizada por una joven de 16 años mentirosa y que se siente culpable de serlo.

Aitana Bonmatí y 'Cavall Fort'

Las obras ganadoras del Sant Jordi, del Rodoreda y del Carles Ribas las publicará Proa en febrero. La Galera editará el Folch i Tor, y el sello Elastic books el Joaquim Ruyra, ambos sellos del Grup Enciclopèdia. 

Durante la Nit de Santa Llúcia se han entregado dos premios ya anunciados previamente: el Internacional Joan B. Cendrós (dotado con 3.000 euros), a la futbolista y jugadora del Barça Aitana Bonmatí, Pelota de Oro 2023 y ganadora del Mundial 2023 con la selección española; y el Premi de comunicació Muriel Casals a Edicions Cavall Fort, que publica las revistas ‘Cavall Fort’ y ‘El Tatano’.