Concierto especial en Madrid

Morad-Dellafuente, una relación de admiración y respeto: "Cuando nos conocimos, mi objetivo era darle consejos, y acabó dándomelos él a mí"

Dellafuente y Morad, durante el rodaje del videoclip de 'Figo' en Badalona

Dellafuente y Morad, durante el rodaje del videoclip de 'Figo' en Badalona / Red Bull

Ignasi Fortuny

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Morad aterrizó en Granada un 29 de abril de 2019 con 20 años recién cumplidos. Era la primera vez que el rapero de L'Hospitalet cogía un avión, que volaba, algo que suena realmente lejano ahora, más de cuatro años después, cuando acaba de llegar de una abarrotada gira por Europa en la que ha viajado a un total de 15 ciudades. ¿Cuántos artistas de por aquí actúan en solitario, sin el paraguas de un festival, ante 4.000 o 5.000 personas en grandes recintos de capitales del continente?

Ese primer avión lo cogió para trabajar con Dellafuente, el genial artista granadino. Antes de ese encuentro profesional ya habían compartido ratos en Barcelona, y habían conectado. El inicio de todo, contó Dellafuente a este diario en 2019, fue 'culpa' del algoritmo de Youtube, que dio en el clavo esta vez y mostró al de Granada una canción de un entonces desconocido cantante del barrio de La Florida y le sonó "fresco" en una época en la que decía que todo le "sonaba igual".

De esos tres días de convivencia, con escapada a pisar la nieve de Sierra Nevada incluida, salió 'Dineros', su primer trabajo juntos y canción sobre la que se cimenta una relación de amistad, pero, sobre todo, de admiración y respeto mutuo. Una canción (publicada en junio de 2019) que cumplió expectativas y de mensaje claro: "Vivo en un mundo, que no te mientan; que tiene alma, pero tú sólo tienes dinero".

"Algo que me gustó mucho de él es la visión que tiene de la vida, que tiene mucho en común conmigo. Hay mucha gente que habla de la calle, como enalteciéndola, vacilando. Él lo habla desde otro punto como: 'sí, estamos aquí, pero esto no te lo deseo a tí, me gustaría salir de aquí'", comentó años atrás el de Granada.

Dellafuente, que tiene ahora 31 años, se convirtió en referente para Morad (24 actualmente), algo así como un mentor, aunque el de Granada describiese entonces de esta manera cómo fueron sus primeros encuentros cuando el de La Florida contaba tan solo 19 años: "Cuando nos conocimos, mi objetivo era darle consejos, y acabó dándome consejos él a mí sobre la vida. Tiene una mentalidad de una persona supermadura y adulta". 

Después de 'Dineros' han venido más colaboraciones, quizá menos de las esperadas, cosa que se entiende sobre todo por una época de reclusión de Dellafuente, artista familiar, esquivo a los focos y a la exposición propia de una estrella de su envergadura -es, sin duda, una de las más grandes referencias de la música española en la última década-. Pero siempre han mantenido el contacto, aun viviendo a ritmos diferentes, pues Morad ha explotado su talento y productividad y se ha consolidado como estrella de lo urbano también fuera de las fronteras españolas, como muestra su reciente gira europea.

'Zizou' en el pabellón

Ahora han publicado el reluciente EP, 'Zizou', que se entiende como una celebración de su amistad. Y también se enmarca dentro de un evento único que se anunció en octubre: un concierto especial que les une por primera vez a lo grande sobre un escenario (algo que se vio en el Sónar de 2019, precisamente, con la interpretación de 'Dineros'). Se trata un evento organizado por Red Bull llamado SoundClash que se hace por primera vez en España. Un formato que bebe de los "sound clashes" (literalmente en español, choques sonoros), en los que en torno a los estilos del reggae o el dancehall dos equipos se enfrentaban entre sí, para declarar un vencedor a partir de las reacciones del público. Un espectáculo con diferentes actos, en el que, por ejemplo, se interpretan temas propios con estilos diferentes, uno canta canciones del otro y en el que habrá invitados especiales.

Las entradas para los dos días de espectáculo (12 y 13 de diciembre) en el Wizink de Madrid se vendieron en un pispas (unas 12.000 por jornada). Un concierto con dos escenarios, uno frente al otro, pero, que quede claro, no les enfrenta. Para Morad, desde luego, Dellafuente es un faro intocable. Y ambos han querido enfatizar eso: no es un combate, es una celebración conjunta de la amistad.

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