Estreno

'L' home de teatre' de Thomas Bernhard inaugura la nueva sala de Àlex Rigola

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Una escena de 'L' home de teatre', de Thomas Bernhard, adaptada y dirigida por Àlex Rigola.

Una escena de 'L' home de teatre', de Thomas Bernhard, adaptada y dirigida por Àlex Rigola. / EPC

Marta Cervera

Marta Cervera

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Tras un rodaje de un mes con 'Hedda Gabler' de más de un mes, el Heartbreak Hotel inaugura la sala con sus nuevas y confortables butacas con 'L' home de teatre', de Thomas Bernhard protagonizada por Andreu Benito, un actor tan enorme como tímido que evita los medios de comunicación. La elección del título es toda una declaración de principios de Àlex Rigola, director del montaje que se ha hipotecado con su socia Irene Vicente para impulsar la nueva sala del Badal.

"En estas obra Bernhard demuestra un enorme conocimiento de la profesión, de cómo se trabaja y de todas las ilusiones, las presiones, las frustraciones de un gran artista que es muy particular que Andreu interpreta con mucha profundidad", señala Rigola. El director acerca el texto al espectador cambiando los nombres propios y trasladando la acción de la Austria profunda a Catalunya. En su adaptación todo resuena. Incluso hay referencias a la plaza de la Olivereta, donde se halla el Heartbreak Hotel, un barrio donde Benito vivió cuando era joven.

Àlex Fons y Marwan Sabri completan el reducido reparto. En esta versión de cámara uno interpreta el jefe de sala, el otro, el hijo del gran actor que tras haber pisado los grandes teatros de su país actúa en lugares donde el teatro ni siquiera existe. El texto original habla de una familia de actores que llega a un pequeño pueblo austríaco de 300 habitantes para hacer teatro en una sala que lleva años en desuso y con retratos de Hitler en sus paredes que hay que adecentar para poder actuar.

"Es una pieza de amor profundo al teatro donde que desvela toda la complejidad de lo que somos quienes hacemos teatro"

"Como dice la obra, el teatro ha de ser una mentira excepcional", resalta Rigola quien destaca su vigencia. "Tiene algo de obsceno porque muestra lo que no puede ver el público normalmente. Es una pieza de amor profundo al teatro donde que desvela toda la complejidad de lo que somos quienes hacemos teatro: nuestro egocentrismo, nuestra humildad, la capacidad para saber convivir con otros y también cierto despotismo. Somos figuras complejas y toda esa complejidad aflora en la pieza. El personaje de Andreu dice cosas que nosotros decimos y vivimos en nuestra profesión". 

Rigola utiliza la traducción de Bernat Puigtobella que sirvió en el Lliure en 2005 para el montaje protagonizado por Lluís Homar a las órdenes de Xavier Albertí.

Un pequeño Lliure

El Heartbreak Hotel empezó a rodar con la caja de madera en la que Rigola ha presentado su última creación 'Hedda Gabler', un habitáculo que permite la cercanía del público sentado en unas tarimas de madera con cojines. Muy diferente es el aspecto que ofrece la sala ahora, con sus nuevas, relucientes y cómodas butacas del mismo color negro de las paredes. Recuerda al Lliure de Gràcia y no es casualidad, pues Rigola estuvo al frente del Teatre Lliure entre 2003 y 2011 y durante su mandato se llevó a cabo la reforma de Lliure de Gràcia con el arquitecto Francesc Guàrdia, que también se ha ocupado de este nuevo teatro y del nuevo Espai Texas, la otra nueva sala de la ciudad.

La sala del Heartbreak Hotel, nombre también de la productora de Rigola, tiene unos 100 metros cuadrados aproximadamente por 5 metros de alto, con una boca bastante generosa, de unos 9 metros. La profundidad del escenario no es mucha pero se puede ampliar con un sistema que permite mover las gradas. Es una sala de actores donde reina el silencio absoluto porque incluso se han sacado los ventiladores a las luces led y a la mesa de luces para que no se escuche ni un solo ruido. "Hay una obsesión para que, como dice Andreu en el texto: el teatro sea el espacio de la palabra y del silencio", afirma Rigola.

El Heartbreak Hotel está situado en un antiguo taller y antes de reconvertirse en espacio para la cultura albergó un centro de 'pool dance'. Ni rastro de ellos quedan en la nueva sala, "un Lliure en pequeño", dice el director, que cuenta con horario europeo con funciones de martes a viernes a las 19:00 horas. Los sábados, a las 17:30 y 20:00 horas y el domingo, a las 12:00 horas.