Nacho Para destapa su música “alejada del mundanal ruido y de la competición”

Las canciones de ‘No parking tickets in the clouds’ se cuelan en tu espíritu con la mágica serenidad de un folk-rock de puertas abiertas, deslizando textos con aspecto de reflexiones íntimas en voz alta. A bote pronto, Nacho Para concede que lo suyo está libre de claves políticas. “No quiero dar lecciones a nadie, ni pontificar”, afirma. Pero un rato más tarde, tras darle algunas vueltas, contacta con el periodista para añadir un comentario más madurado: después de todo, “sí que hay una reivindicación implícita en el disco”, advierte, “la de una vida alejada del mundanal ruido y de la competición, y de esa obligación de ser el mejor en cualquiera que sea la profesión que elijas”.

Él es el ejemplo vivo de que tomar decisiones drásticas atendiendo a tu instinto es posible, e incluso saludable: periodista vinculado a este diario durante un par de décadas (en las que fue jefe de sección de Espectáculos), dejó atrás el oficio para instalarse en una casa del campo de Cartagena y priorizar su amor por la música. Su grupo de entonces, The Rivertones (con los que actuó en el Doctor Music Festival de 1998), dio paso a una formación más elaborada, Bantastic Fand, que cuenta con tres elogiados álbumes.

Sonido más casero

Pero ‘No parking tickets in the clouds’, aun brotando del mismo tronco, es otra cosa: posiblemente, el álbum con el que siempre soñó. “Cuando te juntas con amigos en un grupo acaba saliendo algo más democrático, en el que cada uno aporta algo, con un sonido a lo mejor más producido… Yo tenía en la cabeza un sonido más casero, y creo que lo he conseguido aquí”, reflexiona este almeriense capturado un día por Bob Dylan y la escuela americana (de Gram Parsons a Tom Petty), también por los Beatles, con querencia especial por George Harrison, a quien evocó hace poco en un libro delicioso, ‘Concierto para George’ (del que ofrecerá una presentación este sábado a las 13.00 en la tienda de discos Revólver).

Todo eso, y algo más, se filtra en ‘No parking tickets in the clouds’, una obra que Para no quiso concebir como “un disco de género”, y en la que enreda sus texturas acústicas y sus armonías vocales entre "influjos ‘vanmorrisonianos’" y metales de fondo soul. Y es posible detectar entre líneas otra pista que nos lleva hasta Ali Farka Touré. Sintonía enraizada en experiencias reales, de cuando Para realizó reportajes para este diario sobre los refugiados saharauis en los campos de Argelia y las rutas de los inmigrantes en el Sahel.

Aquellas migas fallidas

Este es un disco que te atrapa desde la misma portada, donde vemos a un Nacho Para de 16 años, con su grupo de amigos, hincando todos sus cucharas en una pelota amarillenta que reposa en el fondo de una sartén. “Unas migas que no salieron bien”, ríe todavía. De fondo, el paisaje con crestas nevadas de las Alpujarras. “Tenemos pinta de estar en Canadá, como si fuéramos The Band, y la gracia es que es Almería”. Y esas camisas de leñador. Todo encaja. “Cuando vi la foto me dije: ‘ya tengo portada’”.

No multan por aparcar en las nubes, indica el título, invitándonos a pensar que el mundo es grande, que no es propiedad de nadie y que podemos sobrevolar las reglas. “Sí, aunque no quiera dar mensajes, lo estoy dando. Es un poco una reivindicación de mi espantada del periodismo”, cavila el cantante-guitarrista, cuya gira, afín “al concepto un poco hippie de Nacho Para & Friends”, recala este sábado en la sala Upload, del Poble Espanyol. Ahí estará, arropado por cuatro partícipes del disco (que son también miembros de Bantastic Fand), Carlos Campoy, Paco del Cerro, Paloma del Cerro e Iván Estefanía, más algunos amigos. Convertido en amo y señor de su destino. “Yo me lo cocino todo: hago las canciones, busco los bolos, llevo las redes sociales… Ese es ahora mi trabajo”.