Joanna Preiss, una medium en el Romea

'La traducció', un acto de la Fundació Romea, ha inundaddo metafóricamnte de naturaleza el Teatro Romea este lunes. La performance, la primera de la temporda de la Fundació Romea ha estado protagonizado por la polifacética actriz, directora y cantante francesa Joanna Preiss (Marrsella, 1972), el actor y director Enric Llort. La artista y escultora Eva Jospin con su obra 'Côté cour / côté jardin' puso la guinda al acto con la proyección de un dibujo de su evocadora obra. Jospin, que trabaja con cartón y crea bosques como metáfora encajaba con el grito ancestral de Preiss que animaba a reconectar con la parte más animal, auténtica e intuitiva de un ser humano que necesita "ser escuchado", según ha destacado.

En el Romea la actriz descubrió la importancia de volver a conectar con el lenguaje del cuerpo y de la voz lejos de cualquier palabra, dejando que fluya aquello que uno lleva dentro del alma. Defendió la conexión con la naturaleza, con el bosque, con los animales. Fue su perro, explicó, quien le hizo fijarse en otro tipo de lenguaje más directo, profundo y sin necesidad de vocablos que, según la actriz, limitan demasiado y son incapaces de reflejar todo lo quen vemos o sentimos.

Al principio de la performance se expresaba solo a través de un canto extraño que combinaba notas agudas y graves, modulándolas con ayuda del movimento de sus brazos y sus expresivas manos, casi sin mover los pies, como si estuviera en trance. El discurso detrás de su necesidad de convertirse en una especie de chamán lo iba desgranando Llort ante una audiencia que observaba la chocante transformación de la actriz que quizás había visto en filmes como 'Paris je t'aime', 'Dans Paris' y 'Sibérie'.

Instinto

Ella que canta en el grupo White Tahina que forma con Vincent Epplay mostró en el Romea un conexión diferente con la música, improvisando y cantando 'a capella' una faceta desconocida para la mayoría. En ella Preiss vibra al son de aquello que le inspira. Habló de su necesidad de reconectar con la naturaleza, con esa manera tan directa que la música le permite conectar con los sentimientos y los conocimientos ancestrales que van más allá de las palabras que conectan con lo más íntimo del ser humano. Un escape mental tal vez o una manera de estar en el presente de otra manera, a través de unos sonidos sin palabras donde perderse para encontrarse de nuevo siguiendo el instinto.

La mayoría de los espectadores se quedó clavado a la silla escuchando con interés cómo cantaba primero y cómo explicaba ella misma su proceso para llegar a esta extraña música de reminiscencias tribales. Llort, impasible ante el trance natural en el que parecía entrar la actriz iba traduciendo después al castellano su discurso. Él que adaptó y llevó a escena el espectáculo musical 'L’ home que plantava arbres' basado en el libro homónimo de Jean Giono, también entiende esa conexión con la naturaleza.

Solo algunos pocos espectadores no aguantaron y desertaron mucho antes de que Preiss tomara la palabra. Lástima, escucharla en directo hablar hace ver la vida de otro modo, resultó inspirador. Si en lugar de una sala en medio de la ciudad el acto se hubiera realizado en medio de un bosque o de un paraje natural la experiencia hubiera resultado mucho más potente. La imágen de unos árboles proyectados en una pantalla en plena noche y la iluminación rojiza del teatro ayudaban, claro, pero no eran lo mismo.