Música clásica

Brillante clausura del Festival Perelada

La soprano barcelonesa Serena Sáenz y el tenor estadunidense Jonah Hoskins

La soprano barcelonesa Serena Sáenz y el tenor estadunidense Jonah Hoskins / FESTIVAL DE PERELADA

Pablo Meléndez-Haddad

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Con un espectacular programa a cargo de dos brillantes representantes de la cantera lírica internacional y dedicado a la memoria de Roger Alier se despidió la 37ª edición del Festival Perelada. La soprano barcelonesa Serena Sáenz y el tenor estadunidense Jonah Hoskins -reemplazando a Xabier Anduaga-, acompañados desde el piano por Maciej Pikulski, dejaron muy alto el pabellón de la excelencia artística que caracteriza a esta imprescindible cita cultural.

El programa fue todo generosidad y talento, ya que cada pieza representaba un auténtico reto, comenzando por esos 9 Do de pecho de 'Ah! mes amis', de 'La fille du régiment' de Donizetti con la que un aquí desconocido Jonah Hoskins, de solo 27 años, abrió el programa. Con esta prueba de fuego impuso sus cartas: voz brillante, de tenor de 'forza', con gran control de 'fiato' y reguladores y un ascenso al sobreagudo fácil y natural. Puro poderío juvenil. A eso suma una proyección vocal considerable.

Una carrera excepcional

Serena Sáenz, pese a su juventud, ya es dueña de una carrera excepcional, y el público del Festival Perelada, ante el cual debutó en abril en su primera edición de Pascua, volvió a acogerla con primor primero como Manon cantándole a la juventud y después con su valiente Lucia di Lammermoor, sumida en la locura, un contraste en el que mostró sus dotes de intérprete completa subiendo al agudo sin problemas, demostrando flexibilidad, belleza en el canto, seguridad y adecuación dramática.

Hoskins volvió a impresionar con su 'Cessa di più resistere' antes de que ambis revisaran dúos de Donizetti y Verdi seguidos de escenas de 'Don Pasquale', 'La Traviata', 'Rigoletto' y 'L'elisir d'amore'. Hoskins abrió el capítulo de zarzuela aportando una dicción hispana suficiente en 'Por el humo se sabe' y en 'De este apacible rincón de Madrid', mientras que Serena Sáenz encandilaba con 'Me llaman la primorosa' y con la entrada de Cecilia Valdés.

Las ovaciones les obligaron a regalar tres propinas despidiendo el certamen con una muestra de desbordante talento.