Entrevista

Jordi Savall: "La paridad en las orquestas es prioritaria"

El director, violagambista, pedagogo y explorador musical especialista en música antigua mantiene una increíble actividad y acaba de inaugurar la tercera edición de su festival con 14 conciertos en recintos históricos de Montblanc, Poblet y Santes Creus

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Jordi Savall

Jordi Savall / Manu MItru

Marta Cervera

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Jordi Savall presenta un interesante cartel en la tercera edición del Festival Jordi Savall dedicado a la música antigua que se celebra en recintos históricos de Montblanc, Poblet y Santes Creus (Tarragona) del 28 de julio al 15 de agosto. Un lujo tenerle en Catalunya en un verano donde el violagambista y director al frente de sus conjuntos, entre ellos Le Concert des Nations, candidata a 'Orquesta del Año' por la revista inglesa Gramophone. Las mujeres cobran un protagonismo especial en esta tercera edición de su festival en Catalunya, que por primera vez pone a disposición del público autocares para los 14 conciertos previstos en la edición más ambiciosa.

Este martes cumple 82 años y mantiene un nivel de actividad envidiable combinado su festival en Tarragona con los de Fontfroide, Salzburgo, Peralada y Graz.

El verano siempre es intenso porque hay mucho trabajo. Pero ya me gusta. El viernes inauguramos el festival en Montblanc con Hespèrion XXI, el lunes voy a Peralada con Le Concert des Nations y después empezamos los ensayos de cuatro sinfonías de Beethoven que interpretaremos en Salzburgo los días 8 y 9. A la vuelta nos esperan otros interesantes conciertos en Santes Creus.

¿Qué le impulsa a mantener este ritmo?

Un conjunto de cosas. Por un lado sacar provecho de mi medio siglo haciendo las cosas más bonitas o para dar una visión nueva a cosas ya conocidas. Por otro, dejar un legado poniendo en contacto músicos experimentados que me acompañan desde hace mucho tiempo con otros más jóvenes.

¿Perdurarán sus conjuntos?

Los proyectos de orquesta, de coro y de creación merecen continuar más allá de mí cuando no esté. Son realidades. Cuando empezamos a ensayar 'La Creación' de Haydn que hemos hecho en Salzburgo esta semana, al cabo de 10 minutos sonaba de maravilla porque la orquesta lleva tantos años haciendo obras de envergadura como la 'Misa Solemnis' y la 'Novena' de Beethoven... Tiene un sonido y una conjuntación fruto de muchos años de trabajo.

El sonido de una orquesta depende del conjunto de sus músicos que va variando a lo largo del tiempo. ¿Cómo ha de ser Le Concert des Nations dentro de 10 años?

La diferencia de nuestra orquesta con otras, ya sea de Barcelona o de Berlín, es que la nuestra es muy diferente porque no tenemos tantas plazas fijas. Hay un núcleo estable que representa el 50% de la formación. Pero el resto lo contratamos en función de cada proyecto. Tenemos un 25% de jóvenes, que vienen a ser unos nueve, que llevan unos dos años trabajando con nosotros y otro 25% dedicado a gente nueva que surge de las audiciones que hacemos cada año para incorporar a músicos de las últimas generaciones. Es muy interactivo y vivo, nada envarado. Si tocamos a Beethoven, contratamos a determinados músicos y si es Bach, a otros. Así puedo alcanzar la máxima calidad y dar oportunidades a jóvenes talentos.

¿Selecciona con criterios de paridad?

Por supuesto. La paridad es prioritaria porque en estos momentos es posible. Hay muchas mujeres con un nivel fantástico. Acabamos de comprobarlo con los dos conciertos que he dirigido con una orquesta de Le Concert des Nations integrada únicamente por mujeres para interpretar 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi. Ha tenido un éxito impresionante.

Con ese programa actuarán en su festival de Santes Creus en breve y en el Auditori en otoño.

Es nuestro homenaje a la orquesta femenina del Ospedale della Pietà que dirigía el propio Vivaldi, de la que se conmemora el 300 aniversario. Estos conciertos han tenido una gran acogida. Nunca se habían escuchado así 'Las cuatro estaciones'. Se interpretan a partir de la base de obra, los sonetos que se cree hizo Vivaldi que le inspiraron y que se leen en el concierto. Además contamos con una solista y gran concertino, Alfia Bakyeva. A sus 36 años, tiene una experiencia y un temperamento extraordinarios. Ha sido muy emocionante para ellas ver cómo el público ha conectado con su música. La gente acababa de pie y aplaudiéndolas como si estuviera en un concierto pop.

"La mujeres hacen música con una sensibilidad propia pero son tan eficientes como cualquier hombre"

Menudo chute de energía.

Es que son muchos años de estar en segundo plano en relación a los hombres. Las mujeres siempre han estado en segunda línea. Nunca tienen esta visibilidad. Esto es excepcional. Independientemente del talento, que lo tienen, cuando pueden mostrar de lo que son capaces es emocionante. Hacen música con una sensibilidad propia pero son tan eficientes como cualquier hombre. Esta orquesta de mujeres es muy importante porque restablece un equilibrio. Han de poder trabajar tanto en una orquesta mixta como en una sólo de mujeres.

Jordi Savall

Jordi Savall y Alfia Bakieva, solista y concertino de la orquesta femenina que interpretará 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi. / Eric Altimis

¿Tiene más proyectos para esta formación femenina?

Habrá porque no hay orquestas barrocas de este estilo y es interesante desarrollar nuevos programas. Es una formación bastante joven con una media de edad de 35 años. En el futuro incorporaré a las mejores de ellas en mi orquesta sinfónica.

También se ha preocupado de recuperar obras de compositoras este año en Santes Creus.

El festival lo clausuraremos el 15 de agosto con un concierto de La Capella Reial dedicado a Félix Mendelssohn que incluirá toda una parte dedicada a Fanny, su hermana. Hay muchos conciertos donde toco obras de compositoras, como el del 'Códex Las Huelgas', músicas de los siglos XII y XIII procedentes de los manuscritos del convento femenino de Santa María de Las Huelgas. Estoy convencido de que la mayoría de músicas anónimas han sido compuestas por mujeres porque tienen una calidad y una finura enormes. El hombre ha firmado su música en cualquier época. Quienes no lo han hecho son las mujeres nobles porque en otros tiempos estaba mal visto que ellas compusieran. El músico era un sirviente, componer para ellas era mal visto, como rebajarse. No quedaba bien que hicieran música, por eso no firmaban.

Las mujeres no lo han tenido fácil.

Su historia es muy complicada. En el siglo XVII a muchas que tenían éxito las violaban y mataban por envidia. En época de Schubert o Mendelssohn una mujer no podía ser compositora, y directora de orquesta todavía menos. A gente de talento como Fanny Mendelssohn al final se la acabó aceptando como pianista.

La película 'Tous les matins du monde' marcó un antes y un después en su carrera. ¿También en la percepción de la música antigua?

Fue un cambio radical. La gran ventaja de hacer música para una película es que el cine llega a millones de personas. Antes de la película hacía conciertos en salas de 300 o 400 personas. El filme llegó a millones de personas y jóvenes en todo el mundo y toda una generación descubrió esta música maravillosa. Después de aquello toqué en Taipei y en Sidney.

"La música antigua te hace sentir unas emociones que no existen hoy"

¿Por qué conectamos tanto con piezas escritas hace siglos?

Por lo mismo que nos gusta ir a un templo del siglo XII como Santa María del Mar. En ellas hay una atmósfera, una paz, una belleza y un equilibrio que no encuentras en una ciudad llena de trasiego y de ruido. La música antigua, como las columnas de Santa María del Mar que se enfilan hacia el cielo con esa mezcla de belleza y espitualidad, te hace sentir unas emociones que no existen hoy. Es algo que necesitamos.

El pasado deja huella.

El Renacimiento surgió gracias al redescubrimiento de la antigua civilización griega. Aquelló estimuló a los creadores para hacer cosas maravillosas. Florecieron artistas como Miguel Ángel y Rafael. Fijarnos en la belleza del pasado nos ayuda a ser mejores y más felices. Hoy existen otras cosas, existe Calixto Bieito, pero no la belleza de ese pasado.

Menudo pitote se montó en el Liceu con su 'Poppea'. ¿Qué opina de las críticas?

Nunca leo las críticas pero me las explican. Vivimos en un mundo donde cualquier persona, aunque no tenga experiencia alguna, puede decir los mayores disparates. Lo importante es que hicimos la mejor música que pudimos, independientemente de lo que sucedía en escena. Tengo el derecho moral de decir que no me gustan ciertas cosas. Prefería mirar la partitura y concentrarme en ella que ver a dos personas follando en una escena. No me interesa la pornografía aunque pueda ser una poderosa forma de transmitir un mensaje sobre la perversión y corrupción de los seres humanos. Como músico lo que me interesa es expresarlo con la música. No necesita nada más.

Aún así ha dicho que admira a Bieito.

Le admiro mucho artísticamente y precisamente por eso tengo el derecho de decirle que creo que con un par menos de asesinatos y violaciones la obra hubiera quedado mejor. Me cansa ver todo el rato lo mismo pero en el arte todos tenemos criterios diferentes y eso es algo que hay que respetar. En la vida hay que poder discrepar desde el respeto. He de poder decir, como hice, que hay cosas que me parecen innecesarias. Y me parece infantil tener que decir si eres de Calixto Bieito o de Savall. Para mí la conclusión es: ha sido una experiencia interesante y ha sido positivo tener a un director que hacía buena música pero que no estaba de acuerdo con lo que pasaba en escena.

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