Primavera Sound: nadie tiene prisa por ver actuar a Lady Dumplings

En los bares de las inmediaciones del parque del Fòrum, donde estos días se celebra el Primavera Sound (un sarao que cambia de nombre con el paso de las semanas, el siguiente gran festival trasnochador es el Cruïlla), nadie parece tener prisa por entrar a escuchar los grupos que abren la primera jornada de conciertos. Un italiano busca desesperadamente tabaco y tan solo son las 17 horas. El pequeño estanco infiltrado entre los bares del inicio de la Diagonal tiene una cola constante de una decena de personas (dentro del Primavera, por cierto, existen este año los vendedores ambulantes de vapeadores de sabores, a 15 euros la unidad, por si a uno se le olvida reponer el vicio).

entrevistas Primavera Sound

Las terrazas también están llenas de futuros 'festivaleros' y los botellines de cerveza se van acumulando (imagen que se repite siempre en todas las previas de este tipo de citas en el Fòrum) a pesar de las diligentes camareras -"estos días hay mucho trabajo", reconoce una-, que conocen perfectamente de la normativa provisional de estos días que les obliga a estar cerrados de 23 a 8 horas. En uno de los cinco bares que concentran a más gente la cerveza se sirve a 2,10 euros la caña y la lata para llevar a 1,90 euros (el azúcar va caro y el refresco de cola sube a 2,50). Casi todos sirven la marca del cuerpo luminoso provinente de Galicia mientras que el Primavera Sound está patrocinado desde el año pasado por la del cuerpo luminoso que lleva el apellido de su fundador alsaciano.

Los ahí presentes aceleran las rondas mientras avanza la tarde como intuyendo que dentro del festival la cerveza hay que pedirla con los brazos en alto: el precio en la barra es de 4,50 los 35 centilitros que ponen en el vaso reutilizable, que cuesta un euro. También venden botellas de agua a 2,50 (y cubatas a 9,50), aunque hay fuentes repartidas por todo el Fòrum donde puedes rellenar tu cantimplora (objeto con el que puedes entrar, no así con una botellita de agua con tapón, la cosa más prohibida en cualquier gran evento). Es donde se acumulan más colas en una fluida primera jornada del festival.

Otra vez fuera del recinto, una chica recrimina a su relajado acompañante: "He pagado 132 pavos no para estar aquí fuera sino para estar allí dentro". Más allá de ella, en su terraza nadie parece estar nervioso para ver -quizá por primera vez- actuar a Lady Dumplings. Esta señora (entiéndase parada de comida ambulante) reparte seis empanadillas chinas por 8,50 euros en la zona habilitada del Primavera para restauración. Compite con hamburgueserías (de 10 a 12 euros por norma general), porciones de pizza (de 6 a 8,50), fideos (11 euros), kebabs (8), frankfurts (desde 5) o pokes de salmón (13,50), entre otros. Fuera un bocata de bacon queso vale 5 euros, y algunos emprenden el camino de vuelta a los bares antes de las 23 horas.

La organización no prohíbe la entrada de comida y en el anfiteatro del Fòrum un chico aprovecha para sacar el táper durante la actuación del rapero Pusha T y zampa quinoa mientras menea la cabeza.

Primavera Sound 2023, día 2

Ver galería

Suscríbete para seguir leyendo