Feria de Fráncfort

"¿Y hay peli de este libro?": cómo adaptar una novela sin traicionar el original

Escritores y editores, pero también productores y plataformas como Netflix, HBO, Disney o Amazon viajan a la feria en busca de las historias que leeremos, escucharemos y veremos en los próximos meses

El autor, guionista y cineasta Carlo Padial; Jaume Ripoll, fundador de Filmin (la primera serie de la plataforma es ‘Doctor Portuondo’, basada en el libro de Padial) , y la escritora Elia Barceló debaten sobre el fenómeno en la Feria de Fráncfort

Padial, Barceló, Ripoll y Laura Barrachina en la charla de Fráncfort.

Padial, Barceló, Ripoll y Laura Barrachina en la charla de Fráncfort. / EPC

Inés Martín Rodrigo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“¿Y hay ‘peli’ de este libro?”. Es una frase que todos los profesores de Literatura habrán escuchado en alguna ocasión, ya que los alumnos suelen estar más predispuestos, tradicionalmente, al formato audiovisual que al narrativo. Pero lo cierto es que la convivencia entre una y otra industria es cada vez más fructífera. El debate también está presente estos días en la Feria de Fráncfort, donde no sólo se están cerrando tratos para vender derechos literarios en otros países, sino también audiovisuales.

Dentro de la ‘Creatividad desbordante’ del pabellón que España ha desplegado como país invitado de honor a la edición de este año de la feria, una de las mesas más concurridas del día fue la que buscaba reflexionar sobre esa fértil relación. Como protagonistas, el autor, guionista y cineasta Carlo Padial; Jaume Ripoll, fundador de Filmin (la primera serie de la plataforma es ‘Doctor Portuondo’, basada en el libro de Padial) , y la versátil escritora Elia Barceló, muy ducha en las adaptaciones.

“Para mí siempre está claro que la obra va a ser del director y su equipo, pero si falsean lo que quería decir, no juego. El guión sí lo quiero controlar o, por lo menos, haberlo visto. Es una cuestión de respeto entre creadores”, comenzó diciendo Barceló. Ripoll explicó que “no es que Filmin acuda a un autor popular, es que lo hacen todas las plataformas, porque te asegura reconocimiento: van a hablar de mí porque ya saben de qué va, el escritor es conocido y el libro ha vendido. La clave está en asumir riesgos. Las plataformas basadas en algoritmos acaban haciendo siempre la misma serie”.

El caso de 'Doctor Portuondo'

Por eso, según Ripoll, las series que ellos hacen son las que “te incomodan o te retan”. Como ‘Doctor Portuondo’. Padial, que se define como una persona “profundamente neurótica”, recibió la llamada con la propuesta de Filmin en el cuarto de baño, y no se lo pensó. “Es la experiencia más pura y con más libertad que he tenido en mi vida”. A ese respecto, Ripoll considera que “no tiene sentido confiar la adaptación del libro al autor y decirle cómo lo tiene que hacer. Es una contradicción en la que incurren muchas plataformas”.

Una de las claves es cómo se rueda una historia con vinculación literaria. Hay ejemplos paradigmáticos del trabajo bien hecho, como la película basada en ‘Los santos inocentes’ o la serie basada en ‘Purgatorio’. Pero son casos contados, excepcionales. Por eso Padial intentó, durante el rodaje de ‘Doctor Portuondo’, que en todo momento estuvieran en un escenario literario. Le dio poder a la palabra, que es de lo que se trata. El problema, a juicio de Ripoll, es “querer llevar página por página, plano por plano. La abundancia nos está cambiando la manera de ver. Las adaptaciones que te exigen tienen difícil cabida hoy”.

Hábitos de consumo

Para Barceló hay, además, otra cuestión, y es que “da la sensación de que la mayor parte de series son iguales, parece que este mundo está plagado de asesinos en serie… Que podíamos empezar a hacer otra cosa digo yo”. El problema es que, como los hábitos de consumo han cambiado tanto, cuesta mucho levantar una película. De hecho, Padial reconoce que en todas las reuniones de trabajo ahora sale la misma pregunta: “¿Y si lo convirtiéramos en serie?”. A lo que se añade el que es, tal vez, el efecto más pernicioso, al menos desde el punto de vista creativo: cada vez más autores escriben pensando en la adaptación. “Estoy hasta las narices -se queja Barceló-. Da la sensación de que si no se hace una película o una serie es que has fracasado”. Y Padial remata, coincidiendo en el análisis: “Como autores, a veces somos impresionables con la fuerza de lo audiovisual. Deberíamos centrarnos en hacer un buen libro”.