Congreso

Culturopolis: el plan de Barcelona para liderar la era de los derechos culturales

Las jornadas internacionales se celebrarán en noviembre en la Casa de la Música Paral·lel 62 y El Molino

Fachada de El Molino

Fachada de El Molino / Elisenda Pons

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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Tras las eras de la adquisición (con la vía del expolio ampliamente aceptada) de patrimonio, cierta democratización del acceso a la cultura y el impulso de la cultura como industria y mercado, amanece el tiempo de los derechos culturales y el Ayuntamiento de Barcelona se apresta para estar en cabeza de la incipiente dinámica. Si el consistorio empezó a desplegar el año pasado las nueve medidas del plan de derechos culturales, del 16 al 19 de noviembre organizará Culturopolis, unas jornadas internacionales para reflexionar sobre cómo se concretan y buscar formas de garantizarlos. El híbrido de congreso y fiesta ciudadana tiene un presupuesto de 280.000 euros y cuenta con Culture Action Europe como coorganizador y con Ciutats i Governs Locals Units como colaborador.

La relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas para derechos culturales, Alexandra Xanthaki; la directora de políticas culturales y desarrollo de la Unesco, Paola Leoncini Bartoli; y la directora de políticas culturales de la Comisión Europea, Catherine Magnant, participarán en la cita. El relumbrón de sus cargos indica que la tendencia va muy en serio.

Cambio de paradigma

La idea de derechos culturales comporta un cambio de paradigma: "El ciudadano ya no es solo receptor sino actor cultural y debe tener la posibilidad de expresarse", dijo en la presentación de Culturopolis Jordi Martí, concejal de Cultura del ayuntamiento. Junto a este desiderátum a modo de puntos más prácticos: las condiciones laborales de los trabajadores culturales, la visibilización de las diversidades, la dimensión comunitaria de la cultura, el riesgo de los entornos digitales como nuevo factor de desigualdad... De todo ello se hablará en Culturopolis.

Dani Granados, delegado de Derechos Culturales del consistorio, admitió que el asunto, sin duda de calado, es todavía un "espacio ambiguo". Para acotarlo en la medida de lo posible se hacen las jornadas, así como para "conocer a socios" en la misma línea de acción y para crear un ámbito de "transferencia de conocimiento".

Las actividades de Culturopolis se realizarán en la Casa de la Música Paral·lel 62, esto es, la antigua sala Barts, espacio rescatado por el ayuntamiento de la gestión privada para que sea piedra angular de los derechos culturales, y El Molino, local comprado por el consistorio en julio de 2021. De esta manera se pretende dar alas al Paral·lel como nuevo "polo cultural-ciudadano", en palabras de Granados, más allá de los teatros y las salas de conciertos que ya acoge. El pasado avala al Paral·lel.

El colofón todavía no desvelado de Culturopolis tendrá lugar el sábado 19 de noviembre en forma de pequeño festival de manifestaciones artísticas "100% locales" coherentes con la noción de derechos culturales. No se prevé que actúen Love of Lesbian ni La Fura dels Baus. En los días previos habrá "píldoras" de esa actividad en Paral·lel 62 y El Molino.