Songokumanía

'Dragon Ball' nutre la mangamanía con una exitosa exposición

El Museu del Cómic de Sant Cugat prorroga la muestra sobre el fenómeno del manga y el anime creado por Akira Toriyama en 1984

El centro acogerá en septiembre las jornadas gratuitas Qomic Boom, con charlas, firmas de autores y talleres infantiles

Visitantes en la exposición sobre 'Dragon Ball' del Museo del Cómic de Sant Cugat.

Visitantes en la exposición sobre 'Dragon Ball' del Museo del Cómic de Sant Cugat. / RICARD CUGAT

Anna Abella

Anna Abella

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No hay ‘otaku’ que pueda considerarse como tal que no conozca ‘Dragon Ball’. "Fue la semilla del manga en España. Tras él llegaron ‘Naruto’, ‘Pokémon’ o ‘One Piece’, que se reflejaron en su legado. Su espíritu vive en muchas creaciones posteriores y ha cautivado a varias generaciones desde los años 90", asegura Adrián Ríos, cocomisario de la exposición del Museu del Còmic i la Il·lustració de Sant Cugat centrada en la serie protagonizada por Son Goku, creada por Akira Toriyama (1955), y nacida en 1984 en la revista ‘Shonen Jump’, que gracias a ella llegó a vender seis millones de ejemplares en un año. 

Que desde entonces ha existido la songokumanía es un hecho, pero sin duda la muestra está notando el efecto de la mangamanía al alza que se vive desde hace un año. ‘El arte de Dragon Ball’ se inauguró en julio y estaba previsto que durara hasta el 30 de septiembre pero, "sorprendidos por el éxito inesperado", van a prorrogarla probablemente hasta noviembre y, se plantean incluso enlazar con el Manga Barcelona (9 de diciembre), señala Paco Baena, uno de los impulsores del museo, que apunta a una media de unos 60 visitantes entre semana (cuando solo abren por las tardes), cifra que se dobla en fin de semana y que para este museo privado, que sigue sin ayudas públicas, es la mejor acogida de público registrada en la decena de exposiciones temporales que han organizado desde su apertura en 2019.  

Piezas en la exposición sobre 'Dragon Ball'.

Piezas en la exposición sobre 'Dragon Ball'. / RICARD CUGAT

Coincide la muestra con los 30 años de la publicación del manga en España, en 1992 y de la mano de Planeta DeAgostini (‘Dragon Ball’ en castellano y ‘Bola de Drac’ en catalán), de lo que dan fe algunas de las primeras ediciones que ofrece la exposición, en la que pueden verse alrededor de 120 piezas originales, la mayoría provenientes de Japón, recolectadas por tres coleccionistas, entre ellos, el propio comisario. Aquí, el lanzamiento de la serie en papel, que se convirtió en un superventas, significó la explosión del fenómeno, que ya llevaba dos años en efervescencia en Catalunya, desde que en 1990 TV-3 estrenara el anime.  

Estreno de anime en septiembre

‘Dragon Ball’ sigue dando guerra y las nuevas generaciones no son ajenas al fenómeno, pues lo están conociendo gracias a ‘Dragon Ball Super’, continuación del manga original (que terminó en 1995) que Toriyama empezó en 2015, dibujado por Toyotarō, y que viene publicando en capítulos mensuales (aquí en Planeta Cómic). También a través del anime, que el próximo 2 de septiembre vivirá el estreno en España de ‘Dragon Ball Super: Super Hero’.  

Las claves del éxito de la serie, opina Ríos, comisario de la muestra junto a Antoni Guiral, radican en que "mostró cosas que no se habían visto hasta entonces, como los combates o las aventuras de Son Goku, que se transforma en mono. Es una serie que hace sentir muchas emociones: miedo, con unos villanos muy espectaculares; tristeza, cuando muere algún protagonista; diversión, porque Toriyama también era especialista en crear momentos de humor; amor por los personajes, porque es también un maestro de las emociones…".

Pieza de la exposición 'El arte de Dragon Ball'.

Museo del Cómic de Sant Cugat

Pero también parte de ‘culpa’ la tiene el protagonista, que intenta hallar siete bolas mágicas con las que invocar a un dragón que puede conceder cualquier deseo. "Son Goku es un héroe. Una figura bondadosa, inocente, sin cosas negativas, que lucha para salvar a sus amigos, a la gente del planeta, que vive aventuras, transmite valores de superación, evoluciona y crece constantemente a nivel de edad y de poder, que da segundas oportunidades. De hecho, muchos villanos se convierten en buenos por eso".  

Sala de la muestra de 'Dragon Ball'.

Sala de la muestra de 'Dragon Ball'. / RICARD CUGAT

Anime antes de la digitalización

La exposición consta de dos partes. Una es sobre el manga y sus orígenes, sin olvidar cómo se vivió en Catalunya (con fotocopias de los dibujos que los fans se intercambiaban o adquirían en el Mercat de Sant Antoni las mañanas de domingo, el único ‘merchandising’ disponible entonces). La otra sección, la que gusta destacar al comisario, un 'otaku' más a sus 33 años con afán coleccionista desde hace diez, explica de forma didáctica cómo se hizo la serie animada cuando aún no existía la digitalización, siguiendo el proceso de producción del anime. Para ello ha reunido originales del estudio de animación de la Toei Animation importados de Japón, ‘storyboards’, bocetos, acetatos, coloreados… Entre ellas, señala, piezas de escenas míticas, como el último combate de Goku, la primera vez que se transforma en mono gigante o una de las primeras apariciones de Bulma, "una chica como protagonista, algo en lo que también fue innovadora la serie en aquella época en Japón".  

Pieza de la exposición 'El arte de Dragon Ball'.

Museo del Cómic de Sant Cugat

Toriyama, que antes de ‘Dragon Ball’ ya destacó con ‘Dr. Slump’, creó en 1983 el que sería el precedente de Son Goku: ‘Dragon boy’, donde ya había bolas mágicas y un niño al que le gustaban las artes marciales, por las que el ‘mangaka’ sentía pasión y en las que se inspiró -le encantaba Bruce Lee y era amigo de Jackie Chan- además de en ‘Viaje al Oeste’, "una novela tradicional china del estilo del ‘Quijote’, de la que sacó el nombre de Goku". 

Pieza de la exposición 'El arte de Dragon Ball'.

Museo del Cómic de Sant Cugat

Destacan ejemplares de las revistas ‘Shonen Jump’ en que se publicó el primer número y el último, réplicas de páginas originales (los originales se guardan en un museo), primeras ediciones del manga publicado en España. Tesoros que itinerarán por el salón del cómic de Tenerife y probablemente a Alicante, donde ya se han interesado en acoger la muestra. 

Cita con el Qomic Boom en septiembre

El 3 y 4 de septiembre se celebrarán en el Celler Modernista de Sant Cugat la segunda edición del Qomic Boom, jornadas (entrada gratuita) con charlas (sobre ‘Dragon Ball’, mujeres historietistas, dibujantes españoles de superhéroes, cómic infantil y juvenil, cine y terror...), firmas de autores (entre ellos, Jaime Martín, Marika Vila, Rubén Pellejero, Raquel Gu o Joan Mundet) y talleres infantiles. Las organiza el museo del cómic en colaboración del ayuntamiento de la localidad, que es el único ente público que concede una pequeña ayuda al centro privado.

Con el proyecto del museo del cómic de Badalona dado por enterrado y a falta de ninguna alternativa similar, el museo sancugatino abrió sus puertas en 2019 gracias al tesón de sus socios coleccionistas y amantes del cómic,José Luis Villanueva y Paco Baena. "Somos conscientes de que Sant Cugat no es Barcelona pero creemos que hemos conseguido un museo de nivel. Hemos desistido de las subvenciones pero al menos nos gustaría algún tipo de reconocimiento institucional", lamenta Baena.

Intentan atraer a distintos tipos de público y en especial a los jóvenes y al visitante local, pues la mayoría de asistentes son de fuera de Catalunya, en especial de Sudamérica. Tras ‘El arte de Dragon Ball’ ya preparan otras dos muestras, una sobre Disney en España y otra sobre cuatro centenarios: los del nacimiento de Cifré, Puigmiquel, Alfons Figueras y Martz Schmidt. 

Suscríbete para seguir leyendo