Entrevista

Miquel Sospedra (bajista de lujo): "En la música, como en otros ámbitos, olvidaremos y seguiremos haciendo lo de siempre"

Trabajador de los escenarios desde hace más de veinte años, el bajista Miquel Sospedra acompaña en directo a Mazoni, Joan Dausà, Sanjosex, Beth, Guillem Roma y Amaia

Tras la pandemia sigue en activo como músico en directo, y se sabe un afortunado: otros no lo han conseguido

Sospedra

Sospedra / Ferran Sendra

Roger Roca

Roger Roca

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Vuelve a estar muy ocupado. ¿Pero en algún momento se planteó una alternativa profesional?

No. Tengo espíritu de clase trabajadora y creo que podría hacer cualquier cosa. Pero se me hacía raro cambiar de sector. Y la docencia, que ha sido una salida para muchos compañeros, en mi caso no era una opción porque no tengo la titulación necesaria. O sea que cuando empezaron a salir las ayudas y vi que a nivel familiar podíamos aguantar, me puse a verlas venir.

¿A qué ayudas se pudo acoger?

Principalmente a la de cese de actividad para autónomos, que era de unos 600 euros al mes más la cuota de autónomos. Yo pude cobrarla porque estaba dado de alta como autónomo, nunca trabajo en negro y podía acreditar cuánto había facturado el año anterior. También recibí la ayuda de la AIE (Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes), que era de unos mil euros. Y más adelante también alguna de la Generalitat.

En noviembre se quejó públicamente de cómo la Generalitat gestionó los 20 millones de euros de ayuda a los autónomos a la que solamente se pudieron acoger 10.000 personas.

Es que era imposible. ¿Qué había que hacer, estar un día entero dándole al clic para ver si te tocaba? Si eres la Administración y solo tienes ese dinero, no lo vendas así. Di que no hay dinero suficiente para todos, que la prestación será menor. Después ya lo hicieron mejor.

Hay gente con trabajos no tan sólidos, auxiliares, personal de alquiler de 'backline', que ha acabado trabajando en Amazon

 ¿Qué que se ha hecho bien?

A pesar de las dificultades, la Administración estatal, por lo menos en mi caso, ha hecho que llegaran ayudas. Y eso me salvó la vida. Y la Administración catalana, en la medida en la que podía, por decirlo de forma muy suave, también hizo cosas.

¿Cómo les ha ido a sus compañeros?

Hay gente con trabajos no tan sólidos, auxiliares, personal de alquiler de 'backline', que ha acabado trabajando en Amazon. Yo pude aguantar hasta que en verano de 2020 empezamos a dar algunos conciertos, como el festival Ítaca, que fue el primero en jugársela tras el desconfinamiento, donde tocamos con Sanjosex.

 ¿Qué recuerda de ese reencuentro con el público?

Fue raro. Por un lado, la emoción. Y, al mismo tiempo, darme cuenta de que para mí eso no era un concierto. Se lo explico al revés: para mí, el primer concierto de verdad, como los de antes, fue el que dimos con Mazoni en el festival Vida en 2021. Con todo el follón que hubo, sí. Pero para mí eso fue un concierto.

Visto con perspectiva, ¿qué le parece cómo se gestionó ese festival?

Viví el caos, vi cómo les sobrepasaba. El Vida es un festival pequeño, no es una empresa grande como el Primavera Sound o el Sónar. Le hemos puesto mucha exigencia. Y por otro lado, la Administración dio el permiso. Y punto. ¿Lo podían haber hecho mejor? Quizás. Pero si lo autorizas luego tienes que defenderlo y no dejarles con el culo al aire.

 ¿Compartía la idea de 'cultura segura', que se convirtió eslogan?

Es que aún hoy tiene sentido reivindicarla. Lo que primero se cerraba cuando había rebrotes eran los conciertos. ¡Y lo estábamos haciendo bien! Lo que hiere es el trato, saber que eres el último mono. Hubo ayuntamientos que a pesar de tener el dinero y el permiso, para que no pudiera decirse que en un concierto suyo había habido un rebrote, lo anulaban. Es muy fácil cargarse un concierto o una obra de teatro.

Las salas tendrían que abrir con los aforos al 100%

Durante el confinamiento contaba que lo peor era la incertidumbre. No sé si hoy sigue pensando lo mismo.

Parece que las cosas se arreglan, pero todo cambia muy deprisa y esas fechas que ahora parecen muy sólidas, esos festivales, se van a la mierda muy fácilmente. No me confiaría. El mánager de Bunbury me dijo: "El fútbol nos salvará. Hasta que no abran el fútbol, no haremos nada".

Apoyó la campaña #joemquedosensefeina del Sindicat de Músics Activistes de Catalunya (SMAC!), que proponía medidas concretas para hacer frente a la crisis de su sector.

Pienso que un sindicato potente es la única forma de luchar por las cosas. No me siento identificado con todo lo que hace el SMAC!, pero en el sentido de la lucha y la unión, lo tengo y lo tenía clarísimo. Aunque este es un sector en el que cada uno mira por lo suyo.

¿Eso ha cambiado, con la pandemia?

Creo que no.

¿Volveremos inevitablemente a como se hacían las cosas antes del covid?

Cuando veo imágenes de festivales del 2000, se me hace raro: esos montones de gente apretujada... Creo que algo cambiará. Quizás aforos un poco más desahogados. Pero creo que en la música, como en otros ámbitos, olvidaremos y seguiremos haciendo lo de siempre.

 Las salas de conciertos reabren. ¿Qué le parecen las condiciones?

Me parecen bien. Es que lo otro no eran bolos. Pero tendrían que abrir con los aforos al 100%. Como los teatros.

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