ESTRENO

Crítica de 'Black Beauty': un clásico en versión feminizada

Kate Winslet pone voz a la yegua Beauty y Mackenzie Foy da vida a su amiga Jo en esta revisión del libro de Anna Sewell contra la crueldad animal

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Juan Manuel Freire

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'Black Beauty' es la última adaptación (por ahora) de aquella autobiografía (ficticia, claro) de un caballo con la que Anna Sewell contribuyó, a finales del XIX, a abolir prácticas crueles contra estos animales y a despertar el respeto por todas las criaturas del mundo en general.

Han pasado los suficientes años desde la última versión, dirigida por Caroline Thompson (guionista habitual de Tim Burton) en 1994, para que un nuevo acercamiento no suene del todo redundante. Además, su directora, guionista y montadora, Ashley Avis, introduce bastantes cambios: la historia no se desarrolla en la Inglaterra del XIX, sino en los Estados Unidos actuales, y tanto el caballo protagonista como su humano favorito, el mozo de cuadra Joe, han cambiado de sexo. Además, entran en juego los 'smartphones'; tan solo para traer la desgracia, por supuesto.

Fiel a la innovación literaria de Sewell, la película cuenta como narradora con la propia yegua, dotada de majestuosidad extra por el refinado trabajo de Kate Winslet en la voz en off. Nuestra heroína galopa a sus anchas por el Oeste hasta que es acorralada por la Oficina de Administración de Tierras y separada de su manada. Podría haberle ido peor, porque acaba en los establos de un tipo amable, John (Iain Glen), cuya sobrina huérfana, Jo (Mackenzie Foy), se convierte en su mejor amiga rápidamente.

Pero la película no puede acabar tan pronto; distintas circunstancias ponen a prueba el vínculo místico entre dos almas que se sanaron mutuamente en el peor momento de sus vidas. Quizá cabe reprochar al proyecto de Avis cierta tendencia a una estetización demasiado higiénica; incluso cuando debería imponerse la víscera, todo está dirigido, iluminado e interpretado de forma pulcra y límpida. El punto álgido debe ser ese momento, también retocado respecto al libro, en que Beauty trata de superar en velocidad a un río desbocado para salvar a otro de sus jinetes más amables. Solo entonces 'Black Beauty' parece heredera de la infravalorada 'War horse (Caballo de batalla)'.