OTRAS FACETAS DEL ARTISTA MALAGUEÑO

Las joyas de Picasso y su fonógrafo surrealista perdido

El Museu Picasso presenta su programación para el 2020, en la que además de su joyería y el fonógrafo 'Jamais' brilla una muestra que analiza sus cuadernos

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Mauricio Bernal

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Picasso empezó a hacer joyas de la misma manera que un aprendiz de poeta empieza a escribir poemas: para regalárselas a su novia. "Su producción comienza en las playas del sur de Francia en el año 37", explica el director del Museu Picasso, Emmanuel Guigon. Eran esas vísperas de la convulsión europea y era la playa de Juan-les-Pins. Allí, el artista malagueño hizo sus primeras joyas con conchas recogidas en la playa. ¿Para quién? Pues para quien era su pareja en ese momento: Dora Maar. Acaso será un cliché decir que las mujeres inspiraron al joyero que llevaba dentro, pero es que es así. Después de Dora vino Françoise Gilot, de la que existen fotos ataviada con joyas del artista, "imponentes collares de cerámica", y después de ella Jacqueline Roque, la gran musa, obsequiada con muchas de sus alhajas. La información forma parte de la exposición 'Picasso y las joyas del artista', una de las más destacadas del programa de este año del museo de la calle de Montcada, que este jueves hizo público su director.

Es la primera exposición "sobre este aspecto tan importante y desconocido de Picasso", dice el director del Museo, Emmanuel Guigon

Se trata de "una producción totalmente desconocida y verdaderamente fascinante", subrayó Guigon, que dará lugar, agregó, a "una exposición muy poética y delicada", conformada por más de un centenar de joyas picassianas. Después de 'Picasso poeta', la exposición aún abierta al público que explora la vena poética del artista –más bien desconocida–, llegará en mayo esta, la primera de un año que Guigon anuncia como "polifacético", que incide en una faceta todavía más desconocida. Aunque las joyas de Picasso ya habían sido exhibidas en museo –por ejemplo en 'De Picasso a Jeff Koons. El artista como joyero', que el IVAM de València acogió en el 2013–, es la primera de carácter monográfico "sobre este aspecto tan importante y desconocido de Picasso", según el director. Una de las grandes citas artísticas de la primavera.

Un objeto llamado 'Jamais'

No entusiasma menos al responsable del museo la singular exposición, también prevista para mayo, organizada en torno a un solo objeto, uno llamado 'Jamais': el fonógrafo "enmudecido y pintado de blanco cuyo plato está representado por un abdomen que gira bajo una mano que actúa como aguja, mientras que del amplificador salen las piernas de una mujer", que el artista surrealista Óscar Domínguez regaló a Picasso en 1938. Se daba por extraviado el inefable aparato hasta que el año pasado apareció como un fantasma en una foto de Nick de Morgoli durante los preparativos para la muestra 'La mirada del fotógrafo'. Una de una serie en la que aparece con el fonógrafo surrealista en su taller de la calle de los Grands Augustins, en París. Preguntando, resultó que el fonógrafo estaba en manos de un familiar, olvidado en una caja. Pues bien: el Picasso lo ha restaurado y montará una exposición en su honor. La última vez que gozó de ese privilegio –ser exhibido– fue en ese mismo año de 1938, en la Exposición Internacional del Surrealismo que André Bréton y Paul Éluard llevaron a cabo en París.

Dos líneas para reseñar 'Los cuadernos de Picasso', la exposición otoñal sobre los ídem, considerados nada más y nada menos que un laboratorio de su proceso creativo. Picasso llenó 175 cuadernos entre 1894 y 1967. El museo conserva 19, cuyo contenido será expuesto echando mano de tecnología y maquetas.